Redacción
Luego de 41 días, ayer dejó de existir Rolando Díaz, conductor de la línea 104 del TransAntofagasta que se infartó luego que el microbús que guiaba por el sector norte fuera apedreado por desconocidos.
Los hechos ocurrieron cerca de las 18 horas del jueves 28 de noviembre y provocaron que la máquina de esa línea, marca Mercedes Benz año 2011, resultara con dos vidrios del costado izquierdo destrozados.
El trabajador de 61 años no resultó lesionado, sin embargo ante lo ocurrido sufrió complicaciones cardiacas cuando llegó a la garita de la línea, en Juan Bolívar 995, esquina Avenida Bonilla.
Tras ser reanimado fue trasladado hasta el Hospital Regional "Dr. Leonardo Guzmán", donde quedó internado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y donde ayer, a las 10 horas, falleció.
Así lo informó su círculo familiar, que confirmó que sería velado en el terminal de la línea.
El 9 de diciembre, su familia y compañeros de labores habían dado a conocer con profundo dolor su muerte cerebral.
Pesar en el gremio
Una vez conocido su deceso, el presidente de la Federación Nacional de Trabajadores Conductores de Chile, Luis Núñez, acudió al centro asistencial para acompañar a los deudos.
"Recibimos la muy lamentable noticia que nuestro colega no pudo seguir luchando y falleció (...) Nos duele bastante y queremos que entienda la gente y las autoridades en este minuto que la gente que maneja, los conductores que están detrás de un volante, son personas. Hemos estado luchando durante mucho tiempo que se reconozca nuestra labor, que se reconozca que los conductores deben tener contrato de trabajo; debe estar regularizado todo esto", indicó.
El dirigente precisó que el fallecimiento de su colega golpeó fuerte al gremio. "Lo de don Rolando obviamente nos duele mucho, porque fue en su lugar de trabajo. El iba conduciendo".
Además, dijo que una mutual la semana pasada declaró que lo sucedido "no era un accidente laboral y ese el perjuicio que tenía obviamente, que no iba a cubrir nada de las prestaciones médicas y de tratar de recuperar a don Rolando. Pedimos a las autoridades que vean este tema. No es posible que un trabajador que está ejerciendo sus funciones, que tenga este tipo de accidentes, no sea reconocido por las mutuales como un accidente laboral".
Respecto a las condiciones actuales en que desempeñan los micreros su labor, dijo que "ha bajado un poco la intensidad del movimiento social, pero no obstante eso la semana pasada tuvimos la máquina de la línea 110 que fue apedreada por completo... esto pasó durante el día domingo".
Añadió que siguen enfrentando barricadas, "entonces seguimos insistiendo que nosotros estamos con un problema de seguridad inmenso. Los empresarios deben entender que las condiciones no están dadas para poder cumplir con nuestras labores como corresponde y pedimos que ellos también ellos se hagan cargo de este tema", enfatizó, agregando que evalúan las acciones legales a seguir.
61 años tenía Rolando Díaz, el conductor que se infartó tras el apedreo a la micro que guiaba.
41 días habían transcurrido, al momento de su muerte, desde el ataque al taxibús.
La Estrella de Antofagasta