Cartas
Gastronomía callejera
Más de US$ 200 millones son las pérdidas estimadas que vivió la industria gastronómica, tras la crisis social ocurrida en octubre del año pasado.
Impactantes cifras que ponen a la palestra la necesidad de apoyar y resguardar este importante mercado, y una de las más solicitados es el control de los negocios alimenticios no oficiales ni regulados que han generado importantes problemas, ya que su aumento a nivel nacional se proyecta en crecientes ventas sin control tributario.
Pero ¿cuáles son las reales consecuencias de este tipo de mercados clandestinos? Estos pequeños mercaditos se han expandido por todo Chile y no solo acarrea problemas de salubridad, desperdicios de basura y olores, sino también van en desmedro de personas que son dueños de espacios gastronómicos regulados que han invertido en lugares que cumplen con las normativas que impone el seremi de Salud, frente a espacios de comidas que ni siquiera apoyan el crecimiento económico del país, ya que arman un puesto de local con carros de supermercados y un quitasol.
La comuna de Santiago es una de las más afectadas y han decomisado más de 10.000 de estos carros en las calles.