Ignacio Araya/Redacción
Bastante tiempo lleva postergada la construcción de la doble vía que unirá a Carmen Alto con Calama. En su momento, la comunidad de Sierra Gorda tuvo sus serias aprensiones con el proyecto, porque no querían que les pasara lo mismo que a Baquedano, pueblo que una vez que la carretera comenzó a pasar por el lado, su comercio cayó en franca decadencia.
Sin embargo, después de pasos por el SEA y un litigio en el Tribunal Ambiental, tanto el Ministerio de Obras Públicas como la concesionaria llegaron a un acuerdo con la comunidad de Sierra Gorda, y así seguir adelante con la carretera. Hasta ayer se suponía que se iba a hacer la firma del protocolo de acuerdo, pero el alcalde José Guerrero dice que se suspendió y que la próxima semana habrían novedades. Pero, lo que sí adelantó, es que uno de los puntos sería acercar la ruta al límite urbano del pueblo, a unos 600 metros.
"Ni tan cerca va a quedar", opinaba ayer Violeta Fredes, presidenta del comité de vivienda "Renacer del Desierto" de esa localidad, quien señalaba que igual van a quedar como Baquedano, con la ruta pasando por el lado. Pero la capital comunal con Sierra Gorda tienen diferencias, dice Fredes: "Sierra Gorda no depende mucho de la carretera como Baquedano, nosotros más bien dependemos de la minería".
En ese sentido, los negocios que tienen que ver con el entorno minero del pueblo no serían afectados, opina la vecina. El comercio que sobrevive del paso de la ruta por el medio es el golpeado, dice. "Esperábamos un terminal de transición que estuviera dentro de la localidad, y por lo que nos hemos enterado, ahora el terminal va a quedar retirado, entonces nos va a afectar mucho, porque los comercios dependen de la gente que llega a tomar los buses, de los mineros que viajan, suben a la minera a esperar sus buses".
Fredes agrega que, en sí, la autopista no trae una mejora como tal directamente a Sierra Gorda, pero "todo lo que es modernidad siempre va a ser beneficio, sobre todo en el tema de los accidentes carreteros".
Minería
Alfredo Carrizo desdramatiza el tema de la autopista y su posible afectación a la vida normal que hasta ahora tiene. "Esto no va a morir. Lo contrario, va a hacer más fuentes de trabajo y beneficios para todos", dice. Aunque encuentra bueno que la ruta quede más cerca del pueblo, las mineras cercanas le dan vida a Sierra Gorda. "Toda la gente está acá, y entran los vehículos, los buses, todo", piensa. "En Sierra Gorda, normalmente, son pura gente de las mineras", narra Yohana Gutiérrez, también vecina del pueblo.
Iris Fredes, comerciante de la zona, mira los beneficios de la autopista. Con la mejora, la distancia a Calama -que ahora es de 45 minutos- se acortará más. "Y el tema de seguridad, evitaríamos muchos accidentes. Sierra Gorda ha sido muy afectada en cuanto a accidentes", reflexiona la pobladora.
Aparte de la autopista, Fredes opina que espera que pronto se modifique el plan regulador de la comuna, para que Sierra Gorda pueda seguir creciendo. "Estamos muy limitados porque todavía somos una zona rural (…) Mientras no seamos reconocidos como una zona urbana, nosotros nunca vamos a poder crecer", dijo.
70 kilómetros separan a Sierra Gorda de Calama, por la actual ruta 25, que conecta hasta Carmen Alto.
300 millones de dólares es el costo aproximado del proyecto "Rutas del Loa".