Antofagastino cuenta cómo son los controles sanitarios en el ingreso a las regiones
Tuvo que ir a Valparaíso en auto. Dice que en Antofagasta falta también un control sanitario para prevenir el virus.
Una vez que se enteró que su hija ya no tendría clases en su universidad en Valparaíso, el antofagastino Juan Prado decidió ir a buscarla directamente en auto a la quinta región. "No quería que se viniera en avión, por todos los temas que están pasando… por los chistosos que se suben a los aviones y están enfermos", cuenta el hombre, recordando el comentado episodio de un hombre que debía cumplir cuarentena y viajó igual.
Prado se fue directo hacia Valpo, haciendo un camino de un poco más de mil kilómetros y debiendo sortear la actual realidad nacional: controles sanitarios por todos lados. En Paposo tuvo que bajarse a que le tomaran la temperatura. Algo parecido pasó en Chañaral, donde vio militares, carabineros y enfermeras haciendo el control respectivo.
Ya cuando se acercaba la hora del toque de queda, la pareja se quedó a dormir en La Serena, ya que no podía manejar de noche. Así, al otro día, por fin pudieron llegar hasta la capital de la quinta región para buscar a su hija.
Lo que le llamó la atención fue el regreso hacia el norte. En el límite de las regiones de Valparaíso con la de Coquimbo está la aduana sanitaria de Pichidangui, y el taco se hizo infernal. Camiones, buses y automóviles particulares hicieron (y hacen) una larga espera para tener su turno de ser controlados por el personal sanitario y así descartar sospechas de covid-19 ingresando al norte del país.
En el caso de Juan Prado y su familia, esa espera duró cuatro horas. Cuando por fin llegaron al control, hicieron todo el trámite del pasaporte sanitario. Ya en Antofagasta, el hombre reflexiona que esas cuatro horas que se demoró en la fila pudieron haber causados porque las personas no tenían conocimiento que debían completar formularios para seguir rumbo al norte.
"La gente no sabe que tiene que llenar un formulario por internet y después un código de barra. Pasa el código, se toma la temperatura, el nombre de las personas, preguntan a dónde va, de dónde viene, y pasa inmediatamente (…) No toma más de 30 segundos el examen", explica el viajero local.
Declaración
El formulario que cuenta el antofagastino está disponible en la página web www.c19.cl. Uno entra y hay dos opciones. Una para quienes vienen desde el exterior, y otra para los viajes regionales dentro de nuestro país. Además de los datos personales, la dirección personal y la del grupo familiar, hay que explicar varios puntos. Por ejemplo, debe decir el motivo de su viaje. De qué región viene, cual es su vía de transporte y señalar los países donde anduvo en los últimos 30 días.
Las preguntas sobre el coronavirus vienen al final. Le consultan si tuvo contacto con algún enfermo producto del covid-19, si usted estuvo enfermo en los últimos 30 días y cuando tuvo los primeros síntomas. Si lo estuvo, hay que poner si tuvo tos, dificultad respiratoria, dolor de garganta, entre otros.
"Eso se resuelve con información, comunicación", cuenta Juan Prado. Después de Pichidangui, el hombre siguió su camino hacia Antofagasta. Quiso pasar por Taltal para ahorrarse una horita de viaje, pero no pudo, lo que le pareció correcto. Lo que le llamó la atención, indica, es que llegó a La Negra y nadie le pidió nada para entrar a Antofagasta. Muy a diferencia, dice, de la preocupación que se ve en el sur.
A juicio del vecino, debiera existir un control de ingreso hacia Antofagasta para prevenir que entre el mismo norte circule el coronavirus. "Imagínese: llegan los buses de la minería con todos los trabajadores, se van… entonces que se note un control. Porque o si no, el control queda en las personas y los chilenos somos medio desordenados", opina Juan Prado tras concluir la enorme travesía ¡por el país.
4 horas estuvo Juan Prado en el taco de Pichidangui, IV región.