El retorno a casa
El primer grupo de 227 bolivianos que estuvo días "varado" en Antofagasta llegó ayer a Pisiga, en la frontera, listos para encontrarse con los suyos en Bolivia. Se despidieron emocionados de la ciudad.
Cuando amaneció ayer en el albergue del Liceo Industrial, el vocero de los bolivianos que quedaron "varados" en la ciudad, Jorge Corpus, notó el silencio. Ya no había tanto movimiento, conversación, como en los días anteriores. A las 2 de la madrugada de ayer, 227 de sus compatriotas que estuvieron casi dos semanas haciendo ahí su cuarentena, tomaron los seis buses que iniciaron el camino de vuelta a su patria. Jorge Corpus se quedó en Antofagasta y se dio cuenta, en la mañana, que se sentía el vacío. "Pero qué se le puede hacer", dijo.
A esa hora, sus compañeros ya iban a la altura de Huara, en la región de Tarapacá, camino a la zona fronteriza con Bolivia para terminar el par de días de cuarentena que les faltan para reunirse con los suyos en su natal Bolivia. Ronal Torrico estaba ansioso de regresar a Santa Cruz, su ciudad. Lo primero que va a hacer allá, dijo, es ir a su casa a ver a su papá, a su mamá y a sus hermanos que lo están esperando. Hizo varios amigos en el albergue donde estuvo casi dos semanas. "Nos trataron bien, no hubo problemas", contó.
Dayer Zapata, uno de los delegados que tuvo el albergue del Industrial, se va a Cochabamba. Estuvo casi tres meses en Chile, donde vino a trabajar. "Creo que entre Chile y Bolivia hay mucha más unidad, porque la gente chilena nos ha apoyado mucho y los residentes bolivianos igual", reflexionaba ayer, agregando que una vez en su patria, irá a reencontrarse con su familia.
Pasado el mediodía llegaron los 227 a Pisiga, junto a la frontera boliviana. Resguardados por personal de la PDI, los detectives ayudaron a chequear la situación migratoria de cada uno de ellos, mientras que el subprefecto Carlos Olate, jefe del Departamento de Migraciones y Policía Internacional, destacó que este procedimiento permitirá una solución definitiva para las familias. Para el doctor Roly Elías, del Colegio Médico, sacarlos antes, en el día 12, "no es muy buena idea por las condiciones ambientales en la puna, pero es aceptable ya que el viaje les consumirá un día", dijo.
Shirley Jiménez, directora de Migración de Oruro, dijo a Bolivia TV dijo que no irán al campamento Tata Santiago ya que están sanos tras los días de cuarentena hechos en Chile, por lo que se iba a evaluar, tras una revisión médica, el traslado a sus regiones. El problema es que anoche, al cierre de esta edición, los bolivianos estaban en una escuela de Pisiga, tirados, sin poder aún salir de ahí. Reclamaban que ni siquiera les habían dado agua en el pueblo de territorio boliviano.
Antenoche, antes que llegan los buses, los bolivianos que partieron se despidieron con gritos y vivas a quienes los ayudaron a pasar este tiempo en Antofagasta. Hicieron banderitas y carteles de cartulina y después dieron gracias a todos: a la ciudad de Antofagasta, a los médicos ("por velar nuestra salud"), a la gobernadora ("por tener un gran corazón con nosotros"), al general Aguirre, militares y carabineros por la seguridad, a Víctor Flores de la OIM, los vecinos, residentes bolivianos, "y a todos, Dios les pague, les multiplique. Estamos eternamente agradecidos", dijo emocionado un representante.
Por encima de todos los carteles había un lienzo grande que decía "Hermanos chilenos juntos venceremos el covid-19".
Los que siguen
En tanto, la gobernadora Katherine López dijo que las personas que quedan en el Liceo Industrial estarán hasta mañana, cuando completen los 15 días de cuarentena y se gestionarán los buses para que puedan ingresar a Bolivia. "Después tenemos las personas que se encuentran en el segundo albergue del Padre Cariola donde ellos ya terminarían su cuarentena el día martes, donde también hay que volver a gestionar y movilizar a todo este gran equipo que ha estado detrás de estos ciudadanos bolivianos para que puedan cumplir su sueño de regresar junto a sus familias, de regresar a su casa, de regresar a su patria".
SIN CUARENTENA
Antenoche, cuando un grupo de bolivianos aguardaba la llegada de sus buses, en el albergue Los Arenales otros no sabían qué hacer. El doctor Roly Elías, del capítulo de Derechos Humanos del Colegio Médico, estuvo atendiendo a personas que llegaron ahí y que no tienen cuarentena oficial. "Tienen alimentación, techo, colchones, pero aún no están en el programa", dijo. De acuerdo al doctor, son 34 personas y una de ellas está con un embarazo de 14 semanas, sin control. Ayer, un grupo de bolivianos fue a la intendencia y pidió ayuda para saber si podrán hacer su respectiva cuarentena.