Día y noche: la lavandería del HRA no descansa ni un minuto
Cerca de 50 personas componen el Servicio de Lavandería, los que trabajan los 365 días manteniendo la ropa e implementos impecables.
Rodrigo Núñez Rivera (40) lleva un año y medio trabajando en el Servicio de Lavandería del Hospital Regional de Antofagasta.
Como gran parte de sus compañeros de área, ha pasado por todos los turnos: el de mañana hasta la hora de almuerzo, el de la tarde y el más extenso de todos: el turno de noche.
Independiente del horario, todos esos turnos se desarrollan en la lavandería, área muy importante del recinto asistencial que se ubica en el piso -1, hacia Pedro Aguirre Cerda.
Sea de día o de noche, siempre la luz eléctrica está encendida allí y las cuatro enormes lavadoras también.
Unos trabajadores están separando la ropa sucia para meterla en las máquinas; otros programando las lavadoras y chequeando la cantidad de detergente que usarán; por otra parte del área están planchando las sábanas limpias, otros ordenando y dejando listo para su distribución los paquetes quirúrgicos y juegos de sábanas recién lavados, secados y planchados.
Ese es un breve resumen del relevante trabajo que día y noche, sin importar feriados ni años nuevos, hacen en el Servicio de Lavandería del principal recinto asistencial de la región. 50 personas que casi no se ven, a los ojos del personal clínico que está atendiendo y salvando vidas y menos a los ojos de los pacientes, pero que son vitales para el funcionamiento del hospital.
Uso de epp
Son casi las siete de la mañana y Rodrigo Núñez, operario de lavandería, está entrando a su lugar de trabajo.
Como siempre, incluso antes de la pandemia, él y todos los trabajadores deben ponerse sus elementos de protección personal (EPP). "En este sentido el coronavirus no nos cambió nada, porque ya usábamos mascarilla, guantes, de todo", explica Rodrigo.
Y es que el uniforme de los trabajadores de lavandería consiste en antiparras, mascarillas, buzos de papel desechables (antes usaban pecheras plásticas), guantes, escudos faciales y cofia.
Ruta del lavado
Con todos los implementos puestos, Rodrigo junto a otro colega van a la ruta del retiro de ropa sucia. "Primero vamos a UPC (Unidades de Paciente Crítico), que es donde está la UCI, UTI, Urgencias, entre otras y les vamos retirando todo lo que tengan para el lavado, como sábanas, frazadas, paquetes quirúrgicos y demás", cuenta.
Devuelta en la lavandería, específicamente en el Área Sucia, sacan del carro que llevaron todas las prendas y cuando hay una cantidad suficiente -por lo menos 50 kilos de ropa- lo echan a lavar. Previamente a aquello hay todo un proceso de separar y contar las prendas.
"Tenemos cuatro lavadoras industriales, con capacidad para 50 kilos de ropa cada una, por ende, podemos estar lavando 200 kilos simultáneamente, en tiempos de lavado que van desde la media hora hasta unos 60 minutos, dependiendo de las prendas", explica Rodrigo Núñez Rivera.
Al consultarle a Rodrigo cuál es la cantidad total que lavan en un día promedio, ni se inmuta para decir que "alrededor de una tonelada y media". Es decir, casi ocho lavados con las cuatro máquinas.
área limpia
Al ser equipos industriales, por una parte de ellas se introduce toda la ropa sucia, la que está en el área del mismo nombre. Sin embargo, las prendas limpias son sacadas por el otro lado, en el Área Limpia.
Allí trabaja María Teresa Leiva García, conocida por todos como Marité y quien lleva tres años en el Hospital Regional.
De la misma forma que sus compañeros, ella también se ha desempeñado en varias secciones, como la de conteo de prendas, la del doblado de ropa y el Área Verde. "Esta sección es donde se hacen los paquetes quirúrgicos para Pabellón. Estos paquetes contienen varias prendas, entre ellas sábanas lisas, perforadas, delantales, paños, etc.", dice.
Después que sacan los kilos y kilos de ropa limpia de las lavadoras, comienza el proceso de planchado y empaquetado, para luego distribuir nuevamente las prendas a las distintas áreas del hospital. "No puede ir ninguna mancha, todo tiene que estar limpio-limpio", dice Marité.
Covid
Todos los funcionarios del Hospital Regional trabajan día a día con el riesgo de contagiarse de Covid-19, sobre todo los doctores, enfermeros y paramédicos.
Pero también el personal de lavandería, ya que son ellos quienes lavan las prendas y sábanas de los contagiados.
Es la propia Marité quien cuenta que, cuando comenzó la pandemia, "mi hijas querían que me saliera del trabajo, para no contagiarme. Pero les dije que no, que había que trabajar igual pero aumentar las medidas de prevención, por ejemplo, ahora cuando llego de vuelta del trabajo a mi casa, me ducho y después recién saludo a la familia", cuenta.
Algo similar expresa Rodrigo: "Al principio (de la pandemia) tenía un poco de miedo. Mi familia también, porque mi mamá y hermanos tienen enfermedades de base. Así que tenía temor, pero hemos sido súper rigurosos con los EPP en el trabajo y, en mi caso, dejé de usar micros, así que como vivo cerca del hospital, me voy caminando", comenta y agrega que, "pensándolo con más calma, en el hospital hay pacientes con enfermedades de todo tipo, bacterias, virus. Así que al coronavirus debemos hacerle frente igual que a las demás".
Son las 20:00 horas. Marité y Rodrigo están terminando su turno, el cual comenzó al mediodía.
Se cambian ropa y salen de la lavandería, sin apagar la luz, porque en ese momento el personal del turno de noche va entrando, con sus EPP puestos y coordinando la próxima salida hacia los pisos a retirar más ropa para el lavado. "Tal como le dije, aquí nunca se detiene el trabajo. Somos como hormiguitas que trabajamos todo el año para darle una buena estadía a los pacientes", expresa Marité, quien ahora se dirige a su hogar.
60-65 grados Celsius es la temperatura en que lavan las prendas.
15 litros de detergentes usan al día. Tienen bidones de 60 litros.