Inscriben "Sputnik V", la vacuna que Rusia quiere producir en Sudamérica
OMS recibió con resquemor el anuncio de una presunta cura para el coronavirus. Minsal chileno también fue cauteloso.
Leo Riquelme
Rusia se convirtió ayer en el primer país en registrar una vacuna contra el coronavirus, aunque la comunidad científica internacional tiene dudas sobre su eficacia por el escaso tiempo que tardó en desarrollarse, porque se saltó fases de investigación y porque al menos hasta ahora sus encargados no han publicado el detalle de su trabajo.
Pero el presidente Vladimir Putin confía plenamente en su efectividad. A tanto llega su fe, que ayer aseguró que una de sus dos hijas fue parte del experimento. Contó que ella tenía 38 grados Celsius durante el día de la primera inyección, que bajaron a 37 grados a la jornada siguiente. Tras la segunda inoculación volvió a tener una leve subida de la temperatura, pero, según él, eso fue todo lo que sufrió.
"Se siente bien y tiene un alto número de anticuerpos", afirmó el mandatario, agregando que otras de las 76 personas que fueron testeadas no han tenido ninguna manifestación por el medicamento.
"Se encuentran como si no hubieran hecho nada", sintetizó. La mitad del grupo habría recibido un placebo.El medicamento fue inscrito con el emblemático nombre de "Sputnik V", tal como se llamó el primer satélite enviado por la humanidad al espacio, en 1957.Cuando la semana pasada autoridades rusas anunciaron que habían completado los ensayos, surgieron preguntas sobre la seguridad y eficacia del fármaco. Algunos expertos se burlaron de las afirmaciones de las autoridades rusas sobre que la vacuna producía la respuesta inmune deseada sin efectos secundarios significativos, señalando que esas afirmaciones debían ir respaldadas de datos científicos publicados oficialmente.
Por orden del Kremlin, para este proyecto se apuraron las etapas de desarrollo y el producto se registró sin iniciar la llamada fase 3, que implica pruebas con miles de personas y que suele tardar meses. De hecho, ayer se informó que recién ahora comenzarán las inoculaciones de este tipo, que se centrarán en personal médico. Medios locales indicaron que también se aplicaría en Arabia Saudita y en Emiratos Árabes.
En la fase 3 se cuentan los seis proyectos más avanzados y reconocidos por la comunidad científica internacional y la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ayer expresó su inquietud por el avance moscovita.
Los encargados de la vacuna rusa han explicado que su dosis es artificial, o sea, no considera ninguna parte de coronavirus y fue elaborada a partir de un producto creado originalmente para combatir el ébola, aunque como vector usaría el adenovirus humano junto al gen de la proteína S, que es el que le da la forma de corona este virus y que es lo que usa para diseminarse en el organismo de las personas.