¿Qué explicaría la fuerte baja de casos nuevos y pacientes UCI?
El jefe del Departamento de Salud de la Seremi de Salud, Javier Mena, señala que esto sería consecuencia de las extensas cuarentenas de la región, lo que además también habría causado la abismante caída del número de internados Covid en estado crítico.
Si se pone atención al número de casos nuevos de Covid-19 que se registran diariamente, se apreciará un vaivén. Por ejemplo, si el miércoles el Gobierno Regional reportó sólo 5 contagios en la zona, ayer fueron 27.
No obstante, es en el registro mensual de contagios donde se nota un fuerte y constante descenso. Noviembre, de hecho, se perfila como el mes con menos casos acumulados de Covid-19 desde el peak de la pandemia en julio pasado, proyectándose que le arrebate esa particularidad a octubre.
Si en los primeros 19 días de octubre se contaban 916 casos de Covid-19, entre el 1 de noviembre y ayer la cifra apenas era de 562 (una baja del 39%) y ni se acerca al panorama de julio en el mismo periodo de tiempo cuando se contabilizaban 4.358 personas contagiadas (una caída del 87% en comparación al escenario actual).
Esto también se nota en el número de pacientes en UCI por Covid-19: en julio el promedio de internados diarios en las unidades críticas era de 83, en octubre ya estaba en 31 y en lo que va de noviembre es de 20.
Si bien actualmente en la Seremi de Salud los esfuerzos se concentran en contener la pandemia más que estudiar causas epidemiológicas del comportamiento de la misma, en su apreciación el epidemiólogo y jefe del Departamento de Salud de la entidad de Gobierno, Javier Mena, entrega algunas luces de lo que habría provocado esta fuerte caída en los números.
En ese sentido, Mena afirma que actualmente "la probabilidad de que alguien fallezca o se agrave (y sea derivado a unidades de pacientes críticos) es mucho menor porque el número de casos es menor. Éste es el efecto de las cuarentenas prolongadas en las que estuvimos en casi toda la región. Eso no quiere decir que no se reactive el virus, el cual sigue siendo tan nocivo como siempre y ha demostrado no ser estacional: estamos en fechas de calor y continuamos con los casos".
"El comportamiento de la enfermedad nos dice que cada dos o cuatro meses va a llegar a un nuevo peak, que es lo que está ocurriendo en Europa en donde no alcanzó a entrar el invierno completo para poder enfermar a más gente, sino que fue en otoño. Por lo tanto, la apreciación es que la gravedad está tan vigente, el número de fallecidos y hospitalizaciones se debe a que hay un menor número de casos", agrega.
Mena añade además que "tenemos una estructura distinta a la que teníamos en abril y mayo. En esos meses cuando recibimos la primera ola sólo podíamos atender los brotes más grandes y por eso ahora estamos abocados a los más pequeños, para continuar con esta baja de casos y además de aprovechar de educar a la población en la prevención de la salud. La percepción de riesgo sigue siendo la misma".
En cuanto a esto último, el epidemiólogo específica que si bien durante estos ocho meses la comunidad ha adquirido conocimientos aprendidos en prevención, también existen grupos en los que se ha perdido la percepción de riesgo. Es decir, quienes aún transitan en la vía pública sin mascarillas o no respetando el distanciamiento físico, lo que además también sería uno de los factores que ocasionaría el aumento del Re (ver pag. 2).