El adiós de Fernando al hospital: le ganó al virus
Tras batallar por varios meses contra el Covid-19, el paciente de 66 años por fin recibió el alta.
Cuando a Fernando Gallo (66) le preguntan qué opina respecto a quienes, a prácticamente un año de la pandemia por coronavirus en Chile, afirman que la enfermedad no es real, no se anda con rodeos: "¡esos son zafados, son locos!".
Así respondía el vecino cuando salía el fin de semanas del Hospital Regional de Antofagasta, momento en que había sido dado de alta y tras expresar su agradecimiento a todo el equipo de salud.
Él conoce en carne propia los efectos agresivos del virus SARS-CoV-2, ya que estuvo batallando durante varios meses -prácticamente 11- contra la enfermedad, estando en condición tan crítica que hasta permaneció conectado a ventilación mecánica, debido al daño severo que recibió en sus pulmones.
Fernando recuerda que primero ingresó a un recinto privado, a comienzos de la pandemia, por una neumonía y tras haberse confirmado su diagnóstico de Covid positivo continuó su dura lucha en el séptimo piso del Hospital Regional, una planta que alberga a los pacientes de coronavirus más críticos, en sus dependencias de UTI y UCI.
"Estuve varios días con ventilación mecánica y ahora me siento perfectamente bien", dice Gallo, quien afirma que llegará a su casa por fin a disfrutar de la familia y sus pasatiempos favoritos: escuchar música, noticias y resolver las sopas de letras. Además de estar al tanto de todo lo relacionado al fútbol, especialmente del CDA -el club de sus amores- y de la Universidad de Chile.
Fernando recibió una traqueostomía para albergar el tubo con el cual los pulmones recibirían el aire. "Una vez que salió del ventilador mi misión era tratar de que volviera a comer, a comunicarse. Si bien en el caso de Fernando no lo logramos al 100% porque se va a su casa con una traqueostomía y una gastrostomía, si se va logrando una comunicación funcional, mucho mejor de lo que lo recibimos", dice María José Clavería, fonoaudióloga del Servicio de Medicina Física y quien se encarga de los pacientes UTI en el séptimo piso.
La profesional añade que las secuelas que dejó la enfermedad son crónicas y severas, pero "él nos sorprendió a todos verlo como está, que por fin se puede ir a su casa".
En ese piso del HRA a Fernando ya lo tenían identificado como un paciente "cascarrabias", pero los mismos funcionarios que lo atendieron cuentan que con el tiempo el vecino se fue ganando el cariño y se convirtió en el "el regalón de la UTI".
"En un inicio era cosa seria jajaja (ríe), porque él no asimilaba su condición y aparte estuvo harto tiempo con delirio porque eso pasa generalmente después de estar con ventilación mecánica. Al estar mucho tiempo despiertan desorientados y en su caso costó harto traerlo a la realidad. Costó que asumiera su reducción de la movilidad, que no quisiera comer... Con el tiempo cambió totalmente y para nosotros ya es todo un personaje. No sé quién va a sufrir más, si él por extrañarnos a nosotros o nosotros a él, porque prácticamente inauguró esta UTI".
"Cuando le íbamos a hacer las curaciones nos mandaba a la punta del cerro", dice entre risas la enfermera Fabiola Banda y agrega que le decíamos "Fernandito, es por tu bien, nosotros te queremos... Me dio pena que se fuera, pero estoy súper contenta porque se pudo recuperar. Esto va de la mano de todo el equipo multidisciplinario, nos costó pero estamos contentos porque se pudo ir por la puerta ancha".
"Llegó muy grave y para nosotros ha sido una satisfacción que él esté saliendo a su casa y esto se debe al trabajo con compromiso de todo el equipo de la unidad", agrega Margaret Cerda, enfermera supervisora de la UTI en el séptimo piso.
"Toda la gente debe tomar conciencia de todo el sacrificio que está efectuando el equipo de salud. Insto a la población a concientizarse en este Covid que es muy peligroso y que puede dejar muchas secuelas", agregó.
"Llegó muy grave y para nosotros ha sido una satisfacción que esté saliendo a su casa".
Margaret Cerda, enfermera supervisora UTI Hospital Regional.