El testimonio de Eveling: "Esto no se lo doy ni a mi peor enemigo"
Tuvo síntomas que se consideran leves pero ella los define como "lo peor que me ha pasado en la vida". Joven fonoaudióloga cuenta cómo fue su experiencia de haberse contagiado de Covid-19.
Cuando a Eveling Miranda se le pregunta ¿cómo definiría su experiencia de haberse contagiado de Covid-19? la joven fonoaudióloga no tiene dudas: "Es lo peor que me ha pasado en mi vida. No le deseo esto a nadie, pero a nadie... ni a mi peor enemigo".
La joven fonoaudióloga (35) se ha mantenido casi toda la pandemia adoptando las medidas de autocuidado, pero lamentablemente fue parte de la segunda ola de casos de SARS-CoV-2 de enero pasado.
Aún no hay claridad sobre cómo el virus llegó a su casa y contagió a los nueve integrantes de la familia (tres de ellos niños). Los síntomas comenzaron a aparececer de a cada residente del hogar como si fuese una cadena.
Eveling fue la última del clan que , si bien médicamente experimentó síntomas que se consideran leves, ella los sintió como si el virus la hubiese golpeado con toda su fuerza.
"No sabemos la fuente de contagio, en realidad... Nunca supimos de quién. Porque mi mamá trabaja, Lucho (su hermano) trabaja... y lamentablemente mi mamá, que fue la que comenzó primero con los síntomas, en ese entonces aún se transportada en locomoción", dice la joven.
Eveling cuenta que el examen PCR que se aplicó su hermano confirmó las sospechas y luego se ratificó con el test de su mamá. De acuerdo al protocolo Minsal, todos se consideraban positivos, aunque con los síntomas no había duda.
Todos quedaron aislados en la casa y se las arreglaron para ocupar diferentes habitaciones. Después de usar el baño se debía sanitizar.
Afortunadamente ninguno requirió de hospitalización, aunque los síntomas es algo que nunca olvidará.
"Esto es como mil veces más que un resfrío, como una gripe copmbinada con el resfrío. El dolor comienza de la cabeza y literalmente hasta la punta de los pies . El dolor de cuerpo es generalizado pero con mucha intesidad. Duele mucho, hasta que te toquen o hasta te rocen. Noté que empiezas a perder fuerza y si bien a mí no me dio fiebre, sentía el cuerpo como caliente...según el termómetro no tenía fiebre", recuerda.
La joven profesional dice que poco a poco sentía cómo su cuerpo se iba cansando, eso fue clave para que se diera cuenta que la enfermedad Covid-19 estaba actuando.
"Me cansaba cuando llevaba las bandejas a las respectivas piezas. Llevaba una bandeja y me sentaba me cansaba demasiado y después no podía hacer respiraciones profundas. Hasta hablar me cansaba. Aparte de la pérdida del gusto y el olfato, que aún no recupero al cien por ciento", dice la joven a poco más de un mes y medio de haberse contagiado.
Para comprar alimentos y medicamentos durante los días de cuarentena se valieron de internet y el apoyo de amigos que le dejaban las cosas en la puerta de la casa.
"Emocionalmente también recibimos harto apoyo porque esto no es algo que te ataca físicamente. Después que pasa todo te quedas con esa sensación",
Después de esa experiencia que como grupo familiar los marcará para siempre, la joven profesional reflexiona y llama a la consciencia de quienes no respetan las medidas de prevención.
"Esto es horrible. A nadie se lo doy. Cada vez que hablo con amigos les digo 'por favor cuídate, porque esto es demasiado doloroso. Es angustiante porque no sabes si te va a dar más fuerte o no'".
"Yo le diría a la gente que no espere a vivir lo que es el Covid, sino que también piensen en los demás, porque hay muchos que piensan que esto esto es una conspiración, que es mentira...Ahora que está la vacuna, vacúnense y no sólo para volver a tener una vida normal, entre comillas, sino que para no andar con el miedo de contagiarse o que te puedes morir. Aconsejo a todos que se cuiden, que tomen las medidas... A nosotros nos dio leve, pero fue horrible y no me imagino cómo debe ser cuando te da grave".
9 Personas integran el clan familiar de la joven. Todos se contagiaron y se recuperaron.