Choque con embarcación habría causado muerte de ballena bryde en Mejillones
Ayer apareció un ejemplar de ocho metros en el barrio industrial. Investigadora cuenta que desde octubre van tres ballenas muertas en la zona. Y en esas tres muertes, ha tenido que ver la mano del ser humano.
En apenas seis meses, tres ballenas han varado en la orilla de la costa mejillonina. Ayer se reportó la tercera: en una playa en el barrio industrial de Mejillones amaneció el cuerpo de una ballena bryde (Balaenoptera edeni) de ocho metros de largo que, de acuerdo a las informaciones preliminares, venía con una hemorragia en el área del vientre, además de una fractura en su mandíbula izquierda.
Para la investigadora del Centro de Investigación de Fauna Marina y Avistamiento de Cetáceos (Cifamac), Ana García, lo más probable es que haya muerto tras chocar con una embarcación de la zona. "La presencia de ballenas es frecuente. De hecho la ballena bryde es una especie que se suele ver y es normal. Lo que no es normal es que estén muriendo. Los que están muriendo son individuos juveniles, que todavía no alcanzan su edad adulta, entonces quizás sean más inexpertos y se enredan o pueden morir atropellados", opina.
La inexperiencia de estos animales hace que sean susceptibles de morir en esas circunstancias al no tener el tiempo para esquivar la embarcación, explica García. De hecho, señala, la primera ballena jorobada que apareció muerta en la costa, en octubre, también sufrió un choque. En marzo, otro ejemplar cetáceo murió luego de enredarse en las mallas de pesca.
Fernando Campos, director de la unidad de Medio Ambiente de la municipalidad de Mejillones, cuenta que se debe modernizar y ordenar el tránsito de embarcaciones. Por ello, están viendo si es posible articular con las autoridades alguna iniciativa que permita "escuchar" a las ballenas y que tanto el ciclo de la vida del animal, como el tránsito de embarcaciones, no se vea entorpecido.
"Vamos a recabar más antecedentes. Estaba viendo la experiencia del puerto en California, que hicieron una ruta especial de ingreso a la bahía. Algo se puede hacer en Mejillones", plantea.
Estudio
En Cifamac, en tanto, desde 2015 que vienen estudiando el comportamiento y distribución de las ballenas en la zona, buscando regular el tráfico marítimo de buques mercantes para que no se encuentren con las ballenas. "Este canal de entrada y salida debería estar en la carta náutica de la bahía de Mejillones y no lo está. Se necesita información y elaborar un informe técnico con datos robustos", apunta Ana García.
Si bien se proyecta que el estudio pueda tener la información recabada en marzo de 2022, desde que partió la pandemia se quedaron sin financiamiento para salir a registrar datos de las especies, y solo pudieron conseguir apoyo por tres meses, durante la temporada de verano. "En abril necesitamos fondos para lo que queda del año, de aquí a diciembre".
Con el cadáver de la primera ballena que encalló, la empresa Noracid está apoyando con la recuperación de su esqueleto, para posteriormente armarlo en el Museo de Mejillones y sirva como material didáctico de conocimiento de la fauna.
"Hace tres semanas sacamos los huesos, la cabeza pesa casi 200 kilos", dice el gerente general, Werner Watznauer. "El esqueleto se puede ver en el museo (…) es una cosa única en el mundo", plantea el ejecutivo de la firma.
8 metros de largo tiene el ejemplar de la ballena que apareció ayer en Mejillones.