El equipo de trabajo que va a acompañar a Jonathan Velásquez en la alcaldía de Antofagasta está listo, dice el futuro edil, y ya tienen pega asignada. "Estoy dando las directrices de lo que tienen que hacer, un plan de trabajo para los primeros nueve días", cuenta. Lo primero que quiere hacer es una auditoría a la municipalidad, misión de la que -dice- está seguro lo van a apoyar los concejales Ignacio Pozo, Luis Aguilera y Camilo Kong, "porque ellos también pedían eso".

Con esa revisión de las arcas municipales, el futuro alcalde Velásquez espera comenzar a trabajar en su gestión. "Mi principal objetivo es que la ciudad vuelva a ser como antes", plantea. Con ese "antes", se refiere a recuperar Antofagasta. "Que la ciudad vuelva a ser limpia, que la municipalidad se modernice, que la gente recuerde mi gestión como un alcalde que tenía las puertas abiertas, que podían ir a cualquier hora a conversar con él. Esa es la huella que quiero que quede en mi gestión municipal, que no me recuerden como un hombre que metió las manos, que fue ladrón, que hizo cosas malas por la ciudad".

El sello de cercanía que quiere imprimir Velásquez a su gestión también espera llevarlo a sus futuros subalternos. "Yo quiero que sean personas amables, que la gente pueda ir a hablar con el director de Dideco, que puedan hablar con mi jefe de gabinete (…) Es como cuando atiendes un almacén. Tienes que tratar bien a tus clientes, si los atiendes mal, no van a ir más". Y sobre eso, dice que las cosas deben decirse como son, sin tecnicismos que a la gente no le interesan. "Uno no puede hablar de 'apropiación indebida'. Nah, son uña larga no más".

El alcalde dice que hay que trabajar luego, porque en algún momento le van a preguntar cuándo "la perla va a brillar" (su eslogan de campaña), "entonces tengo que empezar rápido a sacarle brillo".

-¿Cómo evalúa la administración municipal saliente, ahora que finaliza su mandato?

-Pésima. Esa es la única palabra. Pésima.

Cuando el actual diputado Esteban Velásquez fue alcalde de Calama, Eliecer Chamorro fue su administrador municipal. El diputado fue uno de los que más lo felicitó cuando su excompañero en el municipio fue elegido alcalde, con el 25% de los votos. "Para que Calama vuelva a crecer. ¡Felicidades!", tuiteó.

Y ahora, de vuelta en el edificio de Vicuña Mackenna, Chamorro busca recuperar la confianza de los funcionarios municipales. "Hemos visto que no se ha generado una valoración con los funcionarios que llevan muchos años en la municipalidad. Nosotros vamos a revalorar con respeto", señala al teléfono con "La Estrella". También busca reimpulsar proyectos que vienen de la época de Velásquez, como el proyecto en Topater o el edificio consistorial. "Lo vamos a retomar", dice el futuro alcalde. Además, se trabajará en la revisión del plan regulador de la comuna y la construcción de una piscina semiolímpica en el parque Las Vegas.

"En el servicio público se necesita mucha vocación. Yo trabajé veinte años y estuve en distintas áreas y administraciones aprendiendo, mejorando y avanzando en cargos de menos a más", plantea el futuro alcalde calameño, quien agrega que los alcaldes deben dar buenas y rápidas soluciones, además de tener una buena relación con los equipos técnicos.

El apellido Kurtovic es marca registrada en la política tocopillana. Aleksander Kurtovic Ruiz estuvo 12 años como alcalde del puerto salitrero y ahora su hija Ljubica asumirá el cargo que dejará Luis Moyano.

El diagnóstico de las demandas históricas que tiene la ciudad es lo primero que trabajará la futura alcaldesa: infraestructura social, cultural, deportiva. La idea, dice, es recuperar para empezar, no para terminar. "Más allá de la pandemia, dejar sentadas las bases para que si hay una próxima gestión diferente a la mía, pueda continuar con ese trabajo porque de todos los años que llevo como concejal, veo que una gestión que entra elimina lo que quedó encaminado de la gestión anterior. Me gustaría que se piense más en Tocopilla, en el futuro".

Tocopilla tiene varios proyectos olvidados: la Zofrat, por ejemplo, recuerdo de los años 2000. "Tú subes a Barriles, que era el lugar donde se iba a instalar, y no hay ni un tarro de leche ahí".

"Cuando salga de la alcaldía, lo que me gustaría es dejar a Tocopilla con mejor ayuda social, dejar a la gente un poco más optimista", plantea la futura alcaldesa. Lo que preocupa en las poblaciones es el alto consumo de drogas y alcohol, dice. "El abandono social es a nivel nacional, pero en Tocopilla se nota más porque es una ciudad más chica (…) Desde la institucionalidad no se le ha dado tampoco el empuje y realce", señala.