Cartas
Candidatos
Estimado director:
Fueron exactamente 229 las candidaturas (226 a la cámara y 3 al senado) que fueron rechazadas por el SERVEL y que no podrían competir en noviembre próximo.
Falta de declaraciones de candidaturas, declaraciones juradas ante notario, autorización para que el SERVEL abra una cuenta corriente a su nombre y cargo y por último la falta de documentos que acrediten que tienen el cuarto medio o equivalente aprobado.
Pero nadie, absolutamente nadie, quedó excluido, por ejemplo porque le faltó uno o varios cursos de especialización, o porque no cuenta con experiencia en determinados temas legales, que son claves en la gestión del parlamentario, o porque reprobó una o varias pruebas que buscan determinar si tiene o no tiene la idoneidad para ejercer como diputado o senador, etcétera.
¿Se imagina usted, si hoy el SERVEL rechaza a 229 candidatos porque les faltan un montón de papelería y por olvido, más que por no tenerlos disponibles, cuántos más quedarían eliminados si el proceso de postulación fuera más exigente y serio, más acorde a las altas responsabilidades de los cargos a los que postulan, con marcados requisitos, pruebas de conocimientos específicos, demostración de experiencias laborales, y para que sigo?
Si como gran cosa, y es lo que me hizo escribir sobre este tema, es que a algunos candidatos rechazados, les piden la Licencia Secundaria, como el gran sustento para postular y luego ejercer sus cargos de parlamentario, y nada más. Por eso le pido disculpas por ser repetitivo, pero para postular hoy en Chile, por ejemplo, para repartidor de pizzas en moto, las empresas exigen muchísimos más requisitos y condiciones personales.
Raya para la suma, esa es la gran razón de la paupérrima calidad de las personas, que de la noche a la mañana, terminan sentados en un escaño en el edificio de la Avenida Pedro Montt y la Avenida Argentina en Valparaíso y muy bien apuntalados por un batallón de asesores para que les hagan la pega.
¿Se imagina usted...?
Luis Enrique Soler Milla