Van al rescate de toneladas de alimentos que son desechadas en la vega
Proyecto de la UA los revalora y convierte en ricas y sanas alternativas.
Redacción - La Estrella de Antofagasta
Desechadas como basura. Así terminan diariamente más de dos toneladas de alimentos en la Vega Central de Antofagasta y el Terminal Agropecuario de Calama.
Pese a que están aptos para el consumo humano, los productos de origen vegetal son descartados por los clientes de dichos recintos por diversos factores, como un defecto de apariencia, tamaño u otro.
Sin embargo, mantienen intactas sus propiedades nutritivas, por lo que recuperarlos y revalorizarlos con su transformación en otras alternativas alimentarias es lo que se propuso el Departamento de Ciencias de los Alimentos y Nutrición de la Universidad de Antofagasta (UA)
El proyecto "Valora Alimentos", con financiamiento de Corfo y el apoyo de la Agencia Chilena para la Calidad e Inocuidad Alimentaria (Achipia), consta de tres etapas: levantamiento de información y elaboración de un modelo de gestión; transferencia tecnológica; y difusión.
"En Antofagasta se botan 5 ó 6 toneladas de materia orgánica al día y de ella una tonelada y media es producto apto para el consumo que no se comercializa, porque se rompió un ganchito o tiene un golpe. En Calama calculamos de media tonelada a 800 kilos diarios, es decir, tenemos más de dos toneladas de alimentos en buen estado que se está perdiendo todos los días", explicó María José Larrazábal, doctora en Tecnología de Alimentos y directora del proyecto.
Con apoyo de cocineros y chefs, ya se desarrolló un recetario de preparaciones a partir de productos recuperados y una degustación al público en Antofagasta y Calama. Ello se repetirá el próximo miércoles 29 , de 11 a 13.30 horas, en el Parque Brasil de la capital regional, en el Día Internacional del Desperdicio Alimentario.
"Esto tiene tres grandes impactos: el rescate del potencial nutricional de los alimentos, porque lo que se está botando actualmente son alimentos con vitaminas, minerales, nutrientes que son caros en la región; el impacto ambiental, es decir, que no llegue a los rellenos sanitarios e impacte en la producción de CO2; y como tercer elemento está el impacto social, que tiene que ver con hacer un uso eficiente de los alimentos y contribuir a la educación de la población", dijo.