El paso del tiempo borró tumbas en Ollagüe y buscan a deudos para fabricar placa conmemorativa
Municipalidad llamó a todos quienes tengan un familiar sepultado en el cementerio, para conocer sus nombres e inmortalizarlos en la entrada del camposanto. Ya han llegado 60 correos con datos.
Ignacio Araya
Cuenta el alcalde de Ollagüe, Humberto Flores, que como en muchos otros cementerios del desierto, los familiares solían inscribir los nombres de sus fallecidos de distintas formas. Junto a la tradicional cruz, el nombre se pintaba en madera, o en alguna lata.
Sin embargo, el tiempo y el sol hicieron lo suyo, y muchas inscripciones fueron desapareciendo. En el cementerio, varias son las cruces que no indican quién es la persona que está sepultada ahí. Por lo mismo, la municipalidad hizo un llamado a todas las personas que sepan que tienen algún familiar o conocido en el cementerio, a contactarse con ellos. "Estamos haciendo una gestión para colocar una placa conmemoratoria de todos los difuntos", dice el edil.
Hay dos cementerios en Ollagüe. Los pobladores les llaman el "antiguo" y el "nuevo", y hay cerca de 200 personas que fueron sepultadas en dichos lugares. La convocatoria municipal, realizada hace un par de semanas, ya está dando frutos. "Ya van como 60 personas que han mandado información", adelanta Joaquín Alfaro, director de Desarrollo Comunitario (Dideco) del municipio.
Una vez que se recopile el máximo de antecedentes posibles, se mandará a hacer la placa con cada uno de los nombres de ollagüinos sepultados, y se instalará en la entrada del camposanto. ¿Pero y qué pasaría si una vez que se fabrique, aparecen más nombres? "Tendríamos que hacer otra placa, porque si aparece mucha más gente, podríamos mandar a hacer otra", dice Alfaro.
De acuerdo al funcionario municipal, si bien la mayoría de los ollagüinos están concentrados en Calama, donde partieron por motivos de estudio o laborales, hay hijos del pueblo repartidos en Antofagasta, Tocopilla o Iquique.
Agua
La otra preocupación municipal era el abastecimiento de agua. Hace unos meses la presión había bajado a tal nivel que era frecuente que no llegara nada, hasta que se fue buscando en la tubería la razón de tal desperfecto. "Limpiamos la red y el agua salía como chocolate, tienen que haber sido los sedimentos que por años se iban acumulando", detalla el alcalde Flores.
Posterior al aseo de la cañería, el servicio de agua potable fue restableciéndose, llegando a un 80% del caudal recuperado. Actualmente, dice el edil, se están viendo ciertos problemas de filtraciones dentro del pueblo, pero la situación se puede calificar de normal.
ignacio.araya@estrellanorte.cl