Cartas
Bienestar emocional y apoyar a nuestros jóvenes
Señor director:
A propósito de la gran cantidad de espectadores menores de edad de "El Juego del Calamar", serie que desde su estreno ha cautivado a más de 142 millones de televidentes alrededor del mundo y la cual incluye juegos infantiles que atraen mucho a ese público, se hace necesario destacar lo inadecuado de exponer a menores de 18 años a contenidos con altos niveles de violencia, agresión, maltrato, falta a la moral y abuso de poder.
Es fundamental tomar conciencia y acción sobre el rol protector que como padres debemos asumir, haciéndonos responsables de acompañar, revisar, administrar, restringir y poner límites a los contenidos que están incorporando y consumiendo nuestros hijos frente al tiempo y exposición a dispositivos electrónicos, tales como series, videojuegos, redes sociales, entre otros.
Conocemos los efectos nocivos de los videojuegos en la salud mental de nuestros niños, la ansiedad que les genera, la poca empatía, la normalización del bullying y las nuevas formas de cyberbullying, entre ellas. Cada vez más golpeados y castigados están el vínculo y la comunicación con nuestros hijos, así como las habilidades de conversar, escuchar y mirarse a los ojos como consecuencia negativa de la era tecnológica en la que vivimos, con una tremenda dependencia y adicción al celular nunca antes vista en nuestra rutina, basta preguntar qué es lo primero que hacen al despertar y lo último que ven antes de dormir nuestros niños y no tan niños para comprobarlo.
Tengo un adolescente en casa, ¿cómo lo hago? Si vives con un adolescente, no creas que se te pasó el tiempo de intervenir, al contrario: Paciencia y recuerda que cada etapa impone sus propios desafíos y como padres, debemos estar muy pendientes y conectados con cada una de sus necesidades.
Entre los 9 y los 19 años nuestros hijos están dejando sus cuerpos e identidad de niños y se ven e identifican más grandes y maduros. La realidad es que están en tránsito hacia la adultez, la adolescencia significa eso: sufrir cambios, adolecer y no está exenta de preocupaciones, incertidumbres, ansiedad, miedos y muchas dudas. Algo complejo, pero clave para los padres, es saber acompañarlos emocionalmente y darles el espacio que necesitan para experimentar y crecer, pero a su vez, no dejarlos solos, ni que se sientan solos tratando de resolver sus conflictos emocionales que, además, los viven con demasiada intensidad.
Denise Sznaider,
psicóloga y voluntaria
Fundación Liderazgo Chile