El colmo de Nole

Estimado director:

El colmo de la mala suerte para Nole, que no se piensa vacunar contra el COVID 19, el llamarse "Si (Novak)" Djokovic.

Le guste o no le guste, igual lleva consigo parte de una de las vacunas más usadas para combatir la pandemia.

Doble falta (0-40), y triple match ball.

Luis Enrique Soler Milla

Perfección imperfecta

Señor director:

Muchas personas consideran que la perfección es una virtud, sin embargo, el considerarse perfecto a veces tiene más efectos negativos que positivos. El "perfecto" critica a medio mundo. Se sobre valora y considera que solamente él hace las cosas bien. Se transforma en un ser insensible, arrogante, prepotente, y más cerca de ser rechazado que aceptado por la sociedad.

Es un lobo con piel de oveja.

Jorge Valenzuela Araya

Tiempos difíciles

En 1974 el gobierno militar creó la mayor empresa del Estado, el PEM (plan de empleo mínimo). Era mucha la cesantía en el país y tenían que buscar una manera de paliar el desempleo.

En la ciudad había una oficina en calle Latorre a cargo de un oficial del Ejército. Se hacía fila para conseguir una tarjeta y de ahí lo destinaban a distintos trabajos. Este famoso PEM fue con mucho abuso para la gente, pues pagaban una miseria, no se tenía previsión, asignación familiar ni atención médica. Fui destinado a parques y jardines de la municipalidad. Nuestro trabajo era barrer, limpiar y regar distintas plazas. El jefe, Guillermo Ossandón, era funcionario de planta de la municipalidad. Un caballero humilde, comprensivo, de un muy buen trato con el operario. Teníamos tarea y temprano para la casa. Los viernes en la tarde preparaba pescado frito en un brasero a leña. Pucha, qué rico, con tecito. Toda esta fritanga corría por parte de él. Conversábamos con él, era una persona muy llana y amena.

El señor Ossandón más que un jefe fue un amigo. Se le recuerda con mucho cariño. Hace muchos años que no sé nada de él.