El sorteo de los octavos de final de la Europa League deparó diversa suerte para los equipos con chilenos. En teoría, el cuadro mejor parado fue el Real Betis de Manuel Pellegrini y Claudio Bravo, que enfrentará al Eintracht Frankfurt alemán, con la ida a jugarse en España el miércoles 9 de marzo a las 14:45 horas, mientras que la revancha será el jueves 17 de marzo en Alemania a las 17:00.

"Es un rival complicado porque los equipos alemanes siempre son muy físicos. Va a ser una eliminatoria muy competida, pero estamos preparados", dijo el delantero español Borja Iglesias.

En las otras llaves con equipos nacionales, el Bayer Leverkusen de Charles Aránguiz enfrentará el jueves 10 como visita al Atalanta a las 17:00 horas y después recibirá a los italianos el jueves 17 a las 14:45.

En el caso del Mónaco de Guillermo Maripán, el equipo galo visitará al Sporting Braga a las 17:00 horas el jueves 10 de marzo, mientras que cerrará en su estadio el jueves 17 de marzo a las 14:45.

En tanto, la llave más difícil la tendrá el Galatasaray de Erick Pulgar, sorteado ante el Barcelona, con la ida el jueves 10 a las 17:00 y la revancha en Turquía el 17 de marzo. Las otras llaves son Sevilla y West Ham United, el Leipzig ante el Spartak de Moscú, el Rangers ante el Estrella Roja y el Porto ante el Olympique de Lyon.

Inter de Milán, con Alexis Sánchez de titular y Arturo Vidal sumando minutos en el complemento, empató sin goles con el Genoa de Pablo Galdames (suplente) dejando escapar la opción de retomar el liderado de Serie A. El tocopillano ingresó como titular en el ataque de Inter junto a Edin Dzeko pero fue reemplazado a los 73' por Lautaro Martínez. Vidal entró por Hakan Calhanoglu pero no pudo cambiar el destino de los "nerazzurri" que no convierten un gol hace tres partidos.

AC Milán igualó 1-1 con Udinese en el inicio de la fecha, empate que le permite mantener la punta con 57 puntos, seguido por Inter con 55 (un partido menos) y tercero aparece Napoli (54) que aún debe jugar su encuentro ante Lazio este domingo (16:50).

Nicolás Labra G.

El Comité ejecutivo de la UEFA confirmó la decisión de quitar la localía de la final de la Champions League del 28 de mayo a la ciudad rusa de San Petersburgo y otorgarla al Stade de France en Saint-Denis (Francia), debido a "la grave escalada de la situación de seguridad en Europa", según expresaron en un comunicado publicado ayer.

La decisión se esperaba como una de las tantas medidas de presión que se dan desde Europa tras la invasión rusa en Ucrania. Según una nota de la Agencia Efe, la perdida de la sede de la final le costará a San Petersburgo, ciudad de nacimiento del presidente Vladimir Putin, unos 60 a 70 millones de euros como parte de los beneficios por turismo y el impacto económico de recibir ese encuentro.

"Celebrar eventos de este calibre es muy beneficioso para las ciudades y repercute en muchos sectores como ocio, restauración, transportes y entretenimiento", dijo a Efe Miguel Garrido, presidente de la patronal madrileña de empresarios CEIM.

No es la única decisión que tomó UEFA, ya que también decidió que las selecciones de Rusia y Ucrania jugarán en sedes neutrales sus encuentros como locales del repechaje de marzo de cara al Mundial de Catar 2022.

No es la única decisión que golpea a Rusia, ya que la Fórmula 1 informó que se canceló el Gran Premio de Sochi, presupuestado para correrse en septiembre. "La Fórmula Uno visita todos los países alrededor del mundo con la visión positiva de unir a la gente y de juntar naciones. Estamos viendo cómo se desarrolla la situación en Ucrania con tristeza e impactados. Esperamos un cambio y una resolución pacífica", expresó la FIA, que le falta por confirmar cuál será la ciudad de reemplazo, a la espera del inicio de la temporada el 20 de marzo en Baréin.