"El entrenamiento de un perro es muy importante para la convivencia"
El viñamarino Francisco Navarro es experto en educación formal de canes. Hoy tiene una escuela de perros en Alemania, desde donde explica las claves de contar con un modelo educativo responsable para los animales que forman parte de nuestro hogar.
Marcela Küpfer C./Redacción
En Chile, tener un perro consiste básicamente en encariñarse con un cachorro, llevarlo a casa y cuidarlo. En los últimos años, la conciencia sobre la tenencia responsable de mascotas se ha ampliado, tanto cultural como legalmente, y la mayoría de las familias mantiene a sus canes con los cuidados veterinarios al día, se preocupan de pasearlos con los debidos implementos y algunos los mantienen con el chip de identificación que requiere la norma.
Pero en el ámbito conductual, la crianza de los perros queda supeditada mayoritariamente al criterio del tenedor, por lo que no es raro que de tanto en tanto ocurran situaciones conflictivas que involucran a estos animales domésticos.
En Alemania, donde vive y trabaja el viñamarino Francisco Navarro Silva, especialista en educación canina, la situación es distinta. Allá, cuenta Navarro desde la ciudad de Osnabrück, los perros no solo deben estar inscritos en cada municipio, sino que además deben aprobar, junto a su dueño, un examen práctico tras haber recibido un entrenamiento básico.
En Europa, Navarro se ha especializado en el entrenamiento canino a través de su escuela Osnak9, y explica la importancia de establecer un modelo educativo responsable para los perros.
-¿Cuál es la importancia de proporcionar entrenamiento a un perro?
-El entrenamiento o la educación de un perro es muy importante para la convivencia con los humanos y su integración en la sociedad. Es sumamente recomendable para todo tipo de perro, independiente de la raza, edad, tamaño y de donde venga. La mayor importancia del entrenamiento canino es evitar problemas de comportamiento antes de que estos se presenten. Si ya se han presentado algunos problemas de comportamiento o el perro viene con un trauma, se debe hacer un trabajo distinto y más profundo.
-¿Cuáles son los principales objetivos del entrenamiento?
-El principal objetivo del entrenamiento canino para un perro de hogar es la convivencia con el humano y el control sobre los instintos del perro, sin que estos sean reprimidos. Un objetivo importantísimo, ya que como muchos saben, los caninos son animales de manada con habilidades sociales muy altas y complejas. El humano debe establecer la jerarquía con el perro, no a través de presión ni siendo completamente autoritario, cosa que puede resultar en una catástrofe, ya que el perro bajo la presión actuará desde el miedo y no trabajará con el humano por decisión propia, que es lo deseado. Para lograr ese balance y el orden jerárquico correcto, se requiere un entrenamiento adecuado y adaptado a la personalidad del perro, como a la del humano. La duración de la educación de un perro es relativa y depende de diversos factores. Por ejemplo, la disposición del humano para trabajar con el perro y viceversa. La raza también juega un rol en la duración del proceso, ya que algunas razas son más apegadas al humano y quieren complacerlo todo el tiempo, como por ejemplo los perros pastores (pastor alemán, malinois, border collie, australian shepherd, etcétera). Hay razas que por su naturaleza y por el objetivo con el que fueron creadas, son más tercas, como el husky, akita, shiba inu.
Los pasos
Navarro explica que el entrenamiento formal se inicia con un proceso que se denomina "obediencia básica".
"Consiste en los comandos principales que el perro debe conocer, por ejemplo, sentarse, echarse, enseñarle qué significa no, caminar relajado en la correa, el llamado, etcétera. De esta manera le enseñamos al perro que nosotros como humanos tomamos la decisión de cómo hay que comportarse frente a x situación", explica.
"Si se obtiene un cachorro" -agrega-, "es importante empezar con su educación lo más temprano posible y así guiar al animal en su proceso de madurez. Lo más importante es guiarlo en su proceso de socialización, es decir, acostumbrarlo a todo tipo de situaciones cotidianas, para evitar que en la adultez responda a ciertos estímulos con estrés y, por tanto, con un comportamiento no deseado. Si se obtiene un perro de refugio o callejero que ya es adulto y viene con sus mañas, se debe hacer otro tipo
"Si no existe una buena educación canina, se desarrollarán problemas de comportamiento que aumentan el estrés en la convivencia, tanto al perro como al humano".
Francisco Navarro,, entrenador canino