8M

Señor director:

El Día Internacional de la Mujer es una conmemoración y no una celebración: recuerda la configuración patriarcal y de exclusión de nuestra sociedad, la deuda pendiente con la construcción de un país equitativo y nos obliga a crear conciencia de la tarea colectiva que significa generar mejores condiciones para una sociedad con justicia social. En este contexto queremos denunciar que nos parece un oportunismo y una banalidad darle una connotación de mercado o hacer un producto de marketing a esta conmemoración.

Lo anterior porque una conocida empresa transnacional y capitalista de comida rápida pretendía utilizar el 8M para difundir su marca so pretexto de difundir el acontecimiento a partir de frases de mujeres que colocarían en el envoltorio de una hamburguesa.

Así, las campañas publicitarias se apropian para su propio beneficio de los movimientos sociales que buscan denunciar las desigualdades e inequidades que viven las mujeres en Chile y en el mundo: el cuestionamiento a las identidades diversas, la desvaloración en el mundo laboral, las condiciones de subordinación, odio y violencia en las relaciones, son solo ejemplos de una larga lista que representa la complejidad de ser mujer en nuestros días.

Grupo Género y sexualidades en contextos de diversidades culturales,

Universidad Autónoma de Chile

Mujer y guerra

La guerra está afectando a la seguridad y estabilidad de miles de familias, mujeres, hombres y niños. Cuando hablamos de conflicto armado, son nuevamente las mujeres quienes ven vulnerados sus derechos, incrementando la discriminación, desigualdad y violencia de género a la que se ven afectadas. A la vez, son ellas quienes adoptan los roles de cuidado de la familia, además de proveedoras de recursos básicos para sus hogares, como salud o alimentos, en un momento donde estos son escasos. Se tiene, por tanto, una situación de alta vulnerabilidad de derechos para niñas y mujeres.

Es por esto que las mujeres deben participar activamente en este tipo de conflictos con roles que permitirán a otras sentirse seguras y representadas, por lo que es importante señalar que en el contexto de la negociación y aplicación de los acuerdos de paz es necesario considerar la perspectiva de género e incluir las necesidades de las mujeres y niñas en la repatriación, reasentamiento, promover su participación en los procesos autóctonos de solución de conflictos y la adopción de medidas que garanticen la protección y respeto de sus derechos humanos.