"En la guerra es cuando más nos preguntamos por Dios"
El nuevo ciclo del programa del reportero chileno llega esta semana a toda Latinoamérica a través de History 2 con imágenes de sus viajes a Ucrania y Afganistán. Acá comenta sus experiencias en ambos conflictos y analiza su futuro.
Ignacio Silva
Fue una coincidencia que bien se podría interpretar como un golpe de suerte. A comienzos de año, Jorge Said se disponía a viajar a Brasil con la idea de grabar el carnaval, pero la suspensión del evento lo llevó a cancelar también sus planes.
Fue entonces, justo en ese momento, que el conflicto entre Rusia y Ucrania aumentó su intensidad, y el popular reportero chileno aprovechó el espacio en su agenda para viajar a Mariupol, incluso antes de la invasión.
"Así que después de todo la suspensión de ese viaje estuvo bien", comenta entre risas Said, al teléfono desde Ouro Preto en Minas Gerais, donde por estos días concreta su postergada visita para grabar el carnaval en el que define como "el país más católico del mundo".
Tanto su paso por Ucrania como su viaje a Brasil tienen como objetivo grabar para "Buscando a Dios", programa que se plantea como un viaje alrededor del mundo en busca de las peregrinaciones religiosas más grandes del planeta.
La experiencia de Said en el conflicto ruso-ucraniano, sin ir más lejos, forma parte de la segunda temporada de la producción, que luego de ser estrenada en Canal 13 llega esta semana a toda Latinoamérica a través de History 2.
"Eso básicamente correspondió a un cambio de ángulo que nos vimos obligados a hacer. En nuestra primera temporada en "Buscando a Dios" hacíamos los rituales, las grandes peregrinaciones, pero con el covid todo se canceló. Entonces nos vimos obligados a buscar otro ángulo", explica Said. "Y bueno, frente a esa disyuntiva surgió la idea de buscar la relación entre conflicto, crisis humanitaria y religión".
Con ese enfoque el reportero se trasladó primero hasta Afganistán, donde vivió en primera persona la invasión de los talibanes ("ahí nos quedamos hasta que ya no había prensa, fue terrorífico cubrir Kabul", dice), y luego hasta Ucrania.
Un segundo punto de vista surgió cuando Said se propuso buscar el vínculo entre la religión y América Latina, por lo que grabó en Cuba, México y Perú. "Perú y México básicamente porque son los dos grandes imperios, entonces queríamos ver cómo la religión se había convertido en una religión sincrética en América Latina", apunta.
Es parte de lo que se podrá ver en los 10 capítulos de la segunda temporada de "Buscando a Dios", además de la religión en otros países tan disímiles como Turquía y Senegal.
-Suena curioso que hayas estado en estos dos conflictos grabando un programa que trata sobre buscar a Dios. ¿Cómo se vive y se manifiesta la fe en estos contextos?
-El programa "Buscando a Dios" donde mejor cobra su dimensión es en el conflicto, en la guerra. En la guerra es cuando más nos preguntamos por Dios porque estamos cerca de la muerte. Cuando nosotros estamos en la comodidad de nuestro hogar, en general no pensamos tanto, pero cuando estamos con familia que se nos está muriendo siempre vamos a decir "Dios, ayúdanos". Ahora, no estoy diciendo Dios desde el punto de vista católico cristiano, sino que Dios como un ente, como algo que tenemos dentro, Dios como esa consciencia superior, como la trascendencia. Hay que pensar que todos los seres humanos y todas las religiones quieren trascender a la muerte. El objetivo del programa es hacerse algunas reflexiones. Y si tuviera que darte dos reflexiones que logré concluir, la primera sería que todas las religiones son iguales, que la única gran diferencia es el lugar donde nacemos, pero todas buscan la trascendencia. Y el segundo aspecto que encontré en la búsqueda de Dios, es la debilidad de la condición humana. La muerte está presente a cada instante y en la guerra es cuando lo podemos ver.
-Desde ese punto de vista, ¿qué fue lo que más te impactó de tu reporteo en Ucrania?
-Lo primero es que no dormíamos, porque vivimos la guerra 24 horas al día. Fue muy difícil por el frío, porque había mucho sufrimiento, había demasiadas sirenas que nos mantenían en una especie de nerviosismo permanente. Tratábamos de dormir y nos despertaban para ir a los refugios. Y luego, otra cosa que me impactó obviamente fueron los momentos más duros, cuando vivimos la muerte de algunos colegas periodistas exactamente en el mismo punto en el que nosotros estábamos grabando. Fue muy doloroso porque obviamente pensábamos que podríamos haber sido nosotros.
-¿Cómo es estar permanentemente tan cerca de la muerte? ¿Te proyectas trabajando así o te gustaría estar más tranquilo en algún punto?
-Bueno, efectivamente hay un riesgo permanente y muchas veces pienso en mi país, en mis amigos, en mi familia. Sin embargo hay una vocación que se ha transformado en misión. Siento que es importante y en ese sentido me supera a mí mismo. Siento que tengo que ir a los conflictos. Ayer lo conversaba con amigos aquí en Brasil. Yo estoy muy contento acá en Brasil, pero mi alma también está en Ucrania, es algo que no puedo evitar. O sea, me pongo a mirar las imágenes de Ucrania y siento la necesidad de volver. Si me preguntas si voy a volver a hacer esto, por supuesto. No tengo ningún otro tipo de objetivo en mi vida que no sea volver a lo que son los grandes conflictos. Y creo que ahora voy a enfocar toda mi profesión en estos grandes temas. Voy a seguir en este camino hasta que el cuerpo aguante. Sé que no me queda mucho tiempo, serán unos 10 años más que podré hacerlo, pero quiero poder dedicar esta parte de mi vida a esto. Y si de repente tengo que caer enfermo o quizás muerto, bueno, fue lo que fue, fue el destino. Pero al menos aportamos con un granito de arena a generar la reflexión.
"No tengo ningún otro tipo de objetivo en mi vida que no sea volver a lo que son los grandes conflictos.
Jorge Said