Sistema de cámaras para 5 juntas vecinales permite monitorear desde celulares
Fosis cerró ayer programa junto a SPD, en el sector norte de Antofagasta.
Redacción - La Estrella de Antofagasta
Cinco son las unidades vecinales del sector Juan Pablo II de Antofagasta favorecidas por el programa "Barrios en acción", que permitió al Fondo de Solidaridad e Inversión Social (Fosis) y la Subsecretaría de Prevención del Delito (SPD) dotarlas de 35 cámaras de vigilancia.
La innovadora estrategia fue aplaudida por los pobladores de las juntas de vecinos Antonio Rendic, José Papic, Lenka Franulic, Felipe Trevizan y Juan Pablo II, al culminar ayer el programa que buscó mitigar los efectos del debilitamiento del capital social de la comunidad, a través del fortalecimiento de las capacidades de gestión comunitaria, integración social de barrios prioritarios y la consolidación en la colaboración de actores públicos y privados.
La iniciativa desarrolló dos líneas de trabajo. En una primera instancia tuvo una etapa de intervención barrial, en la que los residentes del sector identificaron en conjunto sus principales problemas y trabajaron con un acompañamiento técnico para cumplir sus objetivos.
Finalmente determinaron que, por medio del financiamiento de 25 millones otorgados por Fosis y la Subsecretaría de Prevención del Delito, fueran instalados puntos limpios y 35 cámaras de seguridad para el sector -siete por cada unidad vecinal -que son controlados mediante una aplicación que permite visualizar los sectores designados desde celulares.
La presidenta de la Junta de Vecinos José Papic, Rossana Carrizo, dijo que el sistema ha resultado de buena manera, porque cada vez que hay un robo u otro delito, pueden recurrir a las grabaciones para establecer a los responsables y realizar la denuncia ante Carabineros.
En tanto, el jefe de Programas de Fosis, Hugo Castillo, indicó que el plan permitió que las juntas vecinales trabajaran como equipo para mejorar su entorno y la seguridad que es lo que mas les preocupaba.
El programa contó con una segunda etapa denominada socio-comunitaria, en la que los vecinos identificaron las necesidades más urgentes de la población, a partir de un diagnóstico que resultó en diferentes acciones.