Nicolás Labra G.

En un partido de dientes apretados, Portugal sacó ventaja con un contundente 2-0 sobre Uruguay, que le permitió clasificar a los octavos de final y dejar a la "Celeste" última en el Grupo H con un punto, obligada a jugarse su clasificación a los octavos de final el viernes ante Ghana al mediodía, pero forzada también a esperar que Corea del Sur no supere a Portugal para sellar su clasificación.

Mucho se le recriminará al charrúa Diego Alonso su planteamiento inicial tan centrado en su defensa, en vez de dañar a los portugueses. Dispuso una línea de cinco defensores, incorporando a Sebastián Coates en el centro de la zaga con Diego Godín y José María Giménez para controlar el dispositivo rival de Cristiano Ronaldo y Joao Felix, abastecidos por los talentosos Bruno Fernandes y Bernardo Silva.

Controladas las figuras de ambos equipos, las opciones en el primer tiempo fueron escasas. Un cabezazo de Giménez sobre el travesaño, un disparo al lado del palo derecho de Felix y la más clara una patriada de Rodrigo Bentancur que corrió solo desde el centro y al momento de definir achicó bien abajo el arquero Diogo Costa.

El segundo lapso comenzó igual, tenso y de poco fútbol, y se distendió curiosamente cuando un hincha ingresó a la cancha con una bandera LGTBI y una polera que pedía "libertad para Ucrania" y "respeto por las mujeres iraníes", quien fue detenido por la seguridad.

Tras eso vino el magnifico centro de Fernandes, que no alcanzó a tocar Ronaldo en su salto para el 1-0 en los 54'. Aunque al principio se le dio el gol a CR7, después la repetición dejó en claro que el delantero no logró desviar el centro de su excompañero del Manchester United.

Desesperado, Alonso mandó toda su artillería con Maxi Gómez, Facundo Pellistri, Giorgian de Arrascaeta y Luis Suárez, quienes tuvieron opciones para igualar -hubo un palo de Gómez incluido-, pero nada resultó y al cierre, por el contrario, se cobró penal por mano de Giménez, que Fernandes aprovechó para el 2-0 (90+3'). Portugal está en octavos y Uruguay deberá apelar a su famosa "Garra charrúa" para no despedirse el viernes de Catar.

Un empate contra Senegal, en el choque de hoy a las 12:00 horas, le vale a Ecuador para estar en octavos de final, pero el técnico de la "Tri", Gustavo Alfaro, aseguró que saltarán al césped del estadio Khalifa en busca de la victoria, porque esa es la filosofía de su equipo.

"No podemos cambiar nuestra idiosincrasia. Ecuador tiene una manera de jugar, en nuestra mente está ir a ganar. Respetamos al rival, que es un buen equipo, que tiene un buen técnico, que tiene una idea muy clara y se ha reinventado bien tras la baja de Sadio Mané. Pero no saldremos a empatar", dijo.

"Si salimos a empatar perdemos protagonismo y nosotros necesitamos protagonismo. Saldremos a ganar porque tenemos un bloque ofensivo muy bueno y una defensa muy sólida", agregó.

Alfaro pidió "cautela" con la euforia que se está viviendo con el equipo, tras haber sido superior a Países Bajos en el pasado 1-1, y señaló que frente a Senegal afrontan "el partido más complejo del Mundial", por el rival, "pero también por las circunstancias".

"No compramos el triunfalismo, no es aconsejable", señaló el seleccionador. "Tuvimos dos buenas actuaciones, pero contra Senegal eso no nos alcanza. Todo lo que se hizo hasta ahora no sirve. Es diferente que el primer partido, que era el de las emociones, y que el segundo, que era el de las confirmaciones".

Gareth Southgate, DT de Inglaterra, reconoció la calidad del delantero galés Gareth Bale, su rival hoy a las 16:00 horas, y aseguró que es un jugador "capaz de brillar en momentos importantes". Preguntado por Bale, Southgate se deshizo en halagos: "Dependerá del rol que desempeñe, pero sabemos que es capaz de producir momentos de brillantez individual". En tanto, Bale, aseguró que este no será su último partido con la selección de Gales. "No, somos un equipo, uno que lucha muy duro y que trabaja para ayudar al compañero. Tenemos que hacerlo bien como equipo", afirmó. Gales necesita un triunfo y un empate entre Irán y EE.UU. para acceder a octavos.