Proponen nombrar a exoplaneta y su estrella como "Llareta" y "Añañuca"
Iniciativa coordinada por el Centro de Astronomía de la UA recibió cientos de propuestas y ahora la iniciativa pasó a la fase nacional.
A 800 años luz de distancia de la Tierra orbita a su estrella WASP-19 el planeta WASP-19b, un mundo ligeramente más grande que Júpiter, lleno de misterios y que es parte de la Constelación de Vela. Sin embargo, pese a que se encuentra muy lejos de nuestro Sistema Solar, este astro podría tener una relación muy importante con la Zona Norte de Chile, especialmente con el desierto.
Sí, porque gracias a la campaña de "Name Exoworld" (nombra exoplanetas, es decir planetas fuera del Sistema Solar) de la Unión Astronómica Internacional, tanto WASP-10b y su estrella tienen la oportunidad de ser nombrados con algo típico del Desierto de Atacama.
La coordinación de esta iniciativa en la región estuvo a cargo del Centro de Astronomía de la Universidad de Antofagasta (Citeva) y en la cual desde octubre recibió más de un centenar de propuestas para nombrar al planeta y su astro rey, clasificando 14 opciones durante este y mes.
Hace algunos días el jurado integrado no sólo por científicos, sino que también por periodistas del área y amantes de la astronomía y la divulgación de esta ciencia, ya eligió la opción ganadora: la estrella "Llareta" y su compañero de órbita "Añañuca", dos especies de la flora propia de la Zona del Norte y que cuentan con una analogía muy particular de la posible existencia de vida en el Universo, tal como en el desierto en donde las condiciones son muy adversas.
El director del Citeva, el doctor Eduardo Unda Sanzana explica los alcances de este proceso de selección y los nombres que resultaron ganadores.
"Contrario a lo que nos imaginamos, el Desierto de Atacama es un lugar lleno de vida: innumerables organismos extremófilos prosperan a escala microbiana en condiciones difíciles para muchos otros seres vivos. La fauna y la flora del desierto, bajo creciente amenaza de la expansión humana, sobreviven en delicados ecosistemas, cuya preservación depende que tomemos conciencia de los efectos de nuestras acciones como sociedad y de que optemos por un desarrollo respetuoso con nuestro ambiente", dice el científico.
También explica que "el nombre que proponemos para la estrella WASP-19 es "Llareta". La llareta es una planta característica del Desierto de Atacama, de aspecto similar al musgo y que actualmente se encuentra en peligro de extinción, porque a pesar de crecer muy lentamente en el pasado ha sido usada ampliamente como combustible. Se usaba para tener luz y calor por un breve momento. Dejemos que sea una estrella que lleve su nombre, la que en la profundidad del espacio ofrezca una luz y calor permanente, mientras esta especie se recupera y repuebla el desierto".
Agrega que "el nombre que proponemos para el planeta WASP-19b es "Añañuca", una de las primeras flores que distinguimos cuando se manifiesta el desierto florido. El desierto se llena de flores en condiciones muy especiales: cuando se producen precipitaciones inusualmente altas la humedad permite que por un breve periodo muchísimas plantas vivan una acelerada primavera. Reconocer dónde está esa vida dormida, incluso cuando no se está manifestando de un modo tan exuberante requiere paciencia, requiere cuidado. Esto recuerda al trabajo de quienes desde la astrobiología hacen esfuerzos para encontrar indicios de vida en nuevos mundos, donde no sabemos si existe esa vida aún. El tema elegido para poner nombres a futuros planetas es 'flores del desierto florido'".
Ahora la instancia pasó a manos del Comité Coordinador Nacional de Difusión, en donde será analizada con otras propuestas durante enero próximo. Posteriormente, la Unión Astronómica Internacional determinará los 20 finalistas a nivel mundial, para en marzo seleccionar al ganador.
Hay que recordar que en 2019 ganó una propuesta chilena inspirada en el folclor de la Zona Sur, en la que se bautizó a la estrella HD 164604 y a su planeta como "Pincoya" y "Caleuche", respectivamente.
"El nombre que proponemos para el exoplaneta es 'Añañuca', una de las primeras flores que distinguimos cuando se manifiesta el desierto florido"
Doctor Eduardo Unda Sanzana, director del Citeva.