Ayer los jotes, hoy los conejos

Estimado director:

A propósito de incendios, no es nuevo esto de que el hilo se corte por lo más delgado, para evitarse problemas, gasto de dinero, en juicios, en estudios, en buscar y condenar culpables, sin pisar callos, etcétera.

Ya en Valparaíso, hace unos años culpaban a un par de jotes como autores materiales de un gran incendio que arrasó los cerros del puerto, al ser encontrados muertos en la zona del conflicto.

Ahora son los conejos, a quienes se apuntan como "iniciadores" del fuego que hace de las suyas en nuestro sur, quemando todo lo que encuentra a su paso...

Y no es broma, o alguien escuchó o ha sabido de algún abogado que haya mostrado interés en defender a la pareja de jotes, o ahora a los conejos,... cri-cri-cri.

Al menos antes se decía que pagaba Moya, hoy día la pagan nuestros hermanos menores.

Luis Enrique Soler Milla

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Gutiérrez

Señor director:

El gobierno peruano haciendo uso de lo que señala su constitución, impidió el ingreso del señor Gutiérrez a su país. Los motivos pueden ser muchos, pero están en su derecho nos guste o no. La situación que afecta al señor Gutiérrez nos permite reflexionar y compararla con el actuar de nuestro país ante la gran cantidad de personas que entra y salen "como Pedro por su casa", y que son más peligrosas e indeseables.

Jorge Valenzuela Araya

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Peatones distraídos

Señor director:

Sería bueno recordarle a la gente que los semáforos sirven para regular el tránsito y no para estar de adornos en las esquinas de la ciudad.

Es común ver cuando vamos en vehículo que mucha gente cruza como autómata, sin ver por dónde va, totalmente distraída. Antes de cruzar viendo el celular o estar pendientes de cualquier cosa, deben ver la luz del semáforo y así evitarán ser atropellados.

Ester Castillo