Ayer los bomberos de Antofagasta despidieron a un grande, se trata de Rosamel Horacio Molina Díaz, quien con sus 95 años falleció, dejando a vecinos, familiares, amigos y a cientos de chicos buenos tristes por su partida.
Con más de 60 años en las filas bomberiles, este vecino fue parte de la desaparecida Séptima Compañía para seguir hasta su último latido de su corazón a la Cuarta Compañía "Bomba Arturo Prat".
Historia
Todo comenzó en el año 1953 cuando formó parte de la Séptima Compañía de Bomberos, en donde se desempeñó como cuartelero por alrededor de 40 años.
Tras el cierre de esta institución, la Cuarta Compañía lo recibe en sus filas con los brazos abiertos y así realizar diversas funciones y así seguir con su pasión.
"Él fue muy querido por sus compañeros, vecinos y familiares, ganándose el cariño de las futuras generaciones de bomberos como de sus colegas"; comentó Rosa Molina, hija de don Rosamel.
Además como estuvo muchos años como cuartelero, era siempre el que llegaba primero a los incendios, por lo que ayudó y salvó a muchas personas.
"Él entregó toda su vida a bomberos, es más hace muy poco venía a las reuniones de la compañía, si bien su cuerpo no lo acompañaba mucho, su mente seguía con su pasión bomberil", aseguró Joaquina Molina, otra de sus hijas.
Don Rosamel fue velado ayer en la Cuarta Compañía de bomberos durante la mañana, ya que desde el mediodía fue trasladado al Cuartel General para en la noche llevarlo al Cementerio General donde sus restos descansarán, tras años de intenso trabajo. J
l Con sus 95 años y más de 60 años en la institución, Rosamel Horacio Molina Díaz se transformó en uno de los Bomberos de Antofagasta con más historia y trayectoria en nuestra ciudad y que hoy tendrá la misión de desempeñar su labor como chico bueno en el cielo juntos con colegas y amigos que ya han partido a este lugar.
l Manuel Chimaja Olguín