Redacción
Javierita Santander sólo tiene un año dos meses y ya lleva más de 60 días internada por una complicada enfermedad, una leucemia mixta, que implica también un gran desgaste emocional y económico para sus padres.
Por eso familiares y amigos organizaron para hoy un evento solidario para ir en ayuda de la pequeña Javierita, que de evolucionar bien a su actual tratamiento debe continuar luego con once meses de quimioterapia.
Evento
El evento solidario tendrá lugar en la Club Happy Discotheque de Antofagasta y contará con la participación de la banda Los Con Dones, aunque el plato de fondo será el sorteo de una camiseta del Arsenal firmada nada menos que por el tocopillano Alexis Sánchez.
La idea es que concurra la mayor cantidad de gente posible y "recaudar lo más posible", explicó Carolina Herrera, amiga de la familia, por lo que la entrada tendrá un valor de 12 mil pesos con cover.
Herrera añadió que "ellos obtendrán dinero sólo por el ingreso al local", por lo mismo el llamado a sumarse a esta campaña social.
Quienes deseen hacer mayores donaciones y conocer más sobre lo que está viviendo la pequeña, pueden ingresar a la página de Facebook: Javiera Keiko Santander Matsuda para mantenerse al tanto.
La historia que rodea a esta pequeñita no ha sido fácil y ha estado marcada por las dificultades incluso antes de su nacimiento, ya que fue concebida in vitro porque sus padres no podían tener bebé.
Enfermedad
Entonces su esperada llegada sólo trajo grandes alegrías a la familia, pero al poco tiempo éstas se vieron empañadas con su complicado estado de salud.
En un principio fue diagnosticada con leucemia y por eso fue derivada de la Clínica Antofagasta a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Regional. Pero como no había la implementación necesaria en la región para tratarla, la pequeña tuvo que ser trasladada vía ambulancia aérea hasta Santiago.
Ya en la Clínica Bicentenario (de Estación Central), su diagnóstico varió de una leucemia linfocítica (que tiene un buen pronóstico) a una leucemia mixta que tiene un tratamiento mucho más engorroso sin considerar casi un año de quimioterapia.
Justo días antes de su traslado su padre, un ingeniero en prevención de riesgo, fue despedido de su fuente laboral y su madre se encuentra en la capital asistiendo en su tratamiento.
Por eso la situación económica familiar se ha visto gravemente mermada, considerando que sólo el traslado en el avión salió 13 millones de pesos y debe ser cubierto por los padres de la menor.