¿Quién pasa primero?

El derecho preferente de paso es la prerrogativa del conductor o peatón para seguir su marcha sin interrupción, ¿pero qué pasa en un cruce? ¿Quién tiene el derecho a seguir? Eso va a depender del tipo de cruce. En un cruce no regulado ni señalizado la Ley de Tránsito dice "cuando dos vehículos se aproximan a un cruce, el de la izquierda cederá el paso al que se acerque por la derecha" esto es independiente al tipo de vía en que uno se desplace. Este derecho preferente de paso no rige en los cruces regulados o señalizados, en zonas rurales, donde tendrá preferencia el conductor que circule por un camino principal, con respecto al que se aproxime o llegue por una vía secundaria, cuando el conductor que va en la vía de la derecha vira e incorpora a la otra o en una zona de tránsito en rotación.

También pierde el derecho preferente el vehículo que se incorpora a la circulación desde una vía particular, un inmueble, un estacionamiento o se pone en marcha después de una detención. Recuerde esto cuando conduzca, así evitará un mal rato y un posible accidente de tránsito.

Ropa sucia

Señor director:

Por ley debieran ser públicas todas las actividades y sesiones de los partidos políticos, única forma de cautelar el derecho de los chilenos a estar abiertamente informados de si están cumpliendo con el estándar ético y los principios políticos que ostentan, para así el ciudadano poder definir con máxima certeza a quién apoyar con su voto. Lo anterior recordando las desafortunadas palabras de la candidata a la presidencia de la República, Carolina Goic, y de dirigentes del Frente Amplio, de que la "ropa sucia se lava en casa". Ello en relación al escándalo que sacudió al Frente Amplio, y que por los hechos debiera llamarse con todo respeto "Frente angosto", ya que entre cuatro paredes arrió su bandera de lucha, de ser el partido destinado a renovar la política y sacarla de las malas prácticas.

Recordemos que la frase "La ropa sucia se lava en casa" ha sido una práctica habitual de las familias corruptas y de las organizaciones clandestinas e imitada como lo podemos comprobar por los partidos políticos, para ocultar ante la opinión pública y en particular a la ciudadanía, la verdadera moral política y privada de sus dirigentes y parlamentarios.

Jaime Manuel Ojeda Torrent