"Esto ayuda a que tengamos mayor seguridad. Al tener mayor iluminación vamos a tener más tranquilidad para salir a comprar, caminar o hacer otras cosas", afirmaba hace meses Jennyffer Arias, vecina de la calle Rebeca Matte. Ello, porque en aquella oportunidad se adelantaba lo que serían las obras que ahora ya pueden disfrutar los vecinos del sector.
Y es que con un recorrido por Rebeca Matte hasta llegar al anfiteatro de Armando Moock, los pobladores de la Gran Vía se reunieron ya para dar por inauguradas sus 16 nuevas luminarias, las que buscan aumentar la sensación de seguridad en el sector, hecho que fue mencionado por los mismos vecinos en el diagnóstico del sector realizado por el programa "Quiero Mi Barrio", que interviene el barrio Gran Vía desde noviembre de 2016.
La secretaria técnica regional del programa, Paulina Montivero Díaz, señaló que el resultado de la primera fase arrojó la importancia de trabajar en el ámbito de la seguridad, lo que incluye la realización de 3 obras: "Habilitación como vía de evacuación en calle Nicanor Plaza", "Habilitación como vía de evacuación en calle Augusto D'Halmar" y "Habilitación como punto de encuentro en la Plazoleta ubicada en Carlos Pezoa Véliz con Nicanor Plaza.
Precisamente sobre esta última obra, la pobladora Karina Ibarra, mencionó que "está súper bueno, quedaron bien las áreas verdes. Yo vengo a pasear los perros acá, así que feliz. Y con la luz va a quedar más seguro. Rejuveneció un barrio antiguo".
Obras
Nelly Llanos, que vive en el Curvo, comentó a La Estrella que las obras que se han desarrollado en el sector han sido realmente provechosas para los residentes, pero -advierte- podrían darse algunos problemas de conectividad ente los peatones que anteriormente se desplazaban por las escaleras de su, ahora, condominio.
"A mí me parece que estéticamente es muy bonito, pero en una opinión más personal, ahora que el Curvo se denomina condominio, está todo cerrado. Creo que eso afecta a gran parte de la población de arriba, así que hay que ver cómo se soluciona esto. A mí me gustaría que no estuviera cerrado con llave...", indica.
Elías Martínez, dirigente vecinal, opina que si bien las mejoras son siempre positivas, no hay que descuidar una serie de detalles que bien podrían terminar por empañar los trabajos.
"En algunas cosas como el anfiteatro, mi decepción es que la calidad de los trabajos no es de primera, y ese es un trabajo que está prácticamente terminado [...] lo que pasa es que el proyecto en su inicio eran 281 días y se demoró como 3 años, entonces en ese tiempo la norma cambió y no se han podido entregar además algunas cosas como las luminarias de ahí", advierte agregando igual que "uno siempre va a estar feliz de que hagan arreglos de todo tipo".
Finalmente, Érika Bugueño, presidenta del Consejo Vecinal de Desarrollo, se manifestó feliz por el programa que llegó a complementar los proyectos de mejoramiento de los espacios públicos "Armando Mock", "Boulevard Angamos" e "Intervención de mejoramiento de condominios Huanchaca y Capitán Dávila".