Redacción
Hoy se estrena la esperada secuela de "El Justiciero" que está protagonizada por Denzel Washington y que comparte pantalla con el actor chileno Pedro Pascal.
Esta vez el siempre osado Robert McCall (Washington) busca pequeños casos para hacer justicia dentro de Boston, mientras se desempeña como conductor de una aplicación de transporte.
McCall sigue siendo el mismo agente retirado de operaciones especiales que se empeña en enfrentar a la escoria criminal que encuentra por "casualidad". En la primera película ocultaba su identidad en una tienda de herramientas, pero ahora como conductor de Lyft tiene aún más acceso a las personas y sus problemas.
La justicia para McCall sigue siendo sangrienta y el que haga daño a un inocente, merece vivir el dolor, sobre todo cuando se acercan hasta su círculo más íntimo.
Dirección
La secuela vuelve a estar en las manos del director Antoine Fuqua ("Revancha"), por lo que la trama logra una perfecta continuidad en la historia pero con variables interesantes para el espectador. Así, esta segunda parte es más rápida que la anterior e incluso, en varias ocasiones, más entretenida.
El guión de Richard Wenk insiste en mostrar a un McCall rudo, rápido y astuto, una mezcla que lleva en su modus operandi. El "justiciero" vive para ayudar a los indefensos, para igualar a los malhechores y, en esta oportunidad, son varias sus hazañas.
El rescate de una niña de un secuestro en Turquía y la venganza por una joven que fue violada en grupo, son algunos de los primeros eventos con los que la película busca despertar el interés del espectador.
Su afán por apoyar al más débil lo enfoca esta vez en Miles (Ashton Sanders), un estudiante afroamericano que deja que su ambición de ser profesional se desvanezca por las presiones de los pandilleros. McCall como una figura paterna, no dejará que el joven pierda su rumbo y estará dispuesta a enfrentar a quien sea con tal de alejarlo de los peligros.
La muerte de su ex compañera y amiga Susan Plummer (Melissa Leo), generará un cambio importante en la vida de McCall, quien deberá involucrarse nuevamente en las investigaciones secretas con tal de dar con los culpables.
En ese camino se reúne con el agente de inteligencia Dave York (Pedro Pascal), quien pensaba que McCall estaba muerto desde hace años.
La historia da un giro radical entre los buenos y los malos, desatando una épica batalla repleta de sangre y sucesos extraordinarios. El único que no cambia su esencia es el "justiciero", quien verá morir a cada uno de los que causaron daños irreparables.
Si bien la historia no es de las más novedosas del último tiempo y para algunos puede resultar desequilibrada, Denzel Washington sigue aportando una humanidad y una fuerza dramática deslumbrante al papel de McCall, por lo que se mantiene como un interesante personaje de acción.
La Estrella de Antofagasta