Luzma: la cantante porteña amiga de Mon Laferte que la rompe en Perú
Luz María Henríquez, así se llama la cantante, decidió dejar atrás la bohemia porteña donde compartía tarima con Jorge Farías y Los Chuchos por su sueño: conquistar Perú -donde radica- a ritmo del sonido urbano latinoamericano.
Crujiente y aromática, como la comida peruana. O brava y espumosa, como una ola porteña. Así, entre dos mundos que surcan a la sensibilidad a pedir de boca y el carácter, pudiera ser la analogía existencial de esta voz dotada de un timbre vocal al fraseo elegante. A la vez crudo.
Tan propio de la herencia ganada a pulso en escenarios compartidos en la Ciudad Puerto con Jorge Farías, Carmen Corena, los Chuchos, la Compañía Malonera de Boleros. Y, a la que identifica como su amiga personal, la ganadora del Grammy Latino, nada menos que la viñamarina Mon Laferte.
Sin las tres rosas rojas esculpidas a aquella frondosa melena oscura ni ajustados trajes -marca registrada en Monserrat Bustamante-, Luz María Henríquez o 'Luzma' es menuda, pintoresca, piola… de tatuajes sí y con la misma actitud de la voz de 'Tu falta de querer', esa que rasga notas sin piedad hasta el corazón del oyente. "Mi registro, siempre estoy ampliándolo, es parte de mi exploración", se adelanta la multifacética artista criolla.
Pero además de cantante, Luzma es productora y compositora que, desde su Valparaíso querido, como lo identifica, saltó a la conquista de Perú. Con maletas, micrófono, carisma y sus tres hijas (Javiera, Paula y Emilia, de 21, 18 y 14 que también participan con ella en los escenarios), se la jugó por un sueño: abrirse paso en la escena del género urbano, sin dejar los tintes al folclore.
DE Valpo a Lima
Atrás quedó esa onda Reggae con que empezó en la bohemia porteña para saltar a boleros que la llevaban en bares propios de devotos parroquianos, aunque la esencia de vida "Rasta" aún la conserva, dice una gran sonrisa, sello en ella.
Su epicentro hoy está en Lima. "En Valparaíso ya no tenía nada más que hacer. Yo tocaba música peruana sin conocer Perú, hasta que fui: vendí todas mis cosas y me fui a vivir allá. A Barranco, donde tengo una casa - taller que sirve como escuela para dar clases de voz".
De hecho, entrena en voz a actores y cantantes de connotadas agrupaciones limeñas.
Así, Luzma se propuso revindicar el vals criollo con un sonido latinoamericano en la tierra del ceviche. "Está muy en fuerte el tema del afro peruano", afirma.
En esa parada arma 'Luzma y El Presidente', su novedosa banda de afro cumbia, reggae, salsa y hasta ska en la cual participan sus hijas y músicos peruanos (destaca la baterista Gisella Giurfa). Además han realizado presentaciones en el Ministerio de Cultura del país vecino, programas de televisión, radio y recitales.
Su despunte escénico: abrirle a Mon Laferte en un repleto 'Barranco Arena' de Lima. Una estrecha amistad entre las artistas que se fraguó antes de compartir luces. "Hice una fiesta en mi casa: me dijeron que había llegado una chilena súper bonita a tocar a Perú. Así conocí a Mon Laferte, nos hicimos amigas en mi casa. Ella es muy buena onda y tiene una fanaticada tremenda. Una linda experiencia".
De allí a abrirle el concierto, y lucirse por cuenta propia. El resto, historia... pero una por conquistar en Perú "y con proyección en América". Foco para Luz María Henríquez, o mejor dicho Luzma -y su banda- que ya se hace sentir crujiente y brava, como su música: con sabor peruano y onda porteña.