El programa que es un ejemplo para la salud pública del país
En la zona central "Naneas" entrega una atención multidisciplinaria a niños y jóvenes con patologías crónicas, como parálisis cerebral, daño pulmonar crónico y epilepsia.
Claudia Carvajal R.
Con la ilusión de conseguir una mejor calidad de vida para su familia, en especial para el pequeño Simón de seis años, su padre, Luis Eduardo Garzón, encabezó una tremenda empresa: viajar desde Colombia a Chile a comenzar una nueva vida.
Al poco tiempo sus anhelos fueron cumplidos. Simón, quien padece parálisis cerebral, tuvo un diagnóstico médico certero y comenzó a recibir atención integral en el hospital Carlos van Buren de Valparaíso.
Así, el pequeño se integró a "Naneas", programa que atiende a niños y jóvenes con necesidades especiales de salud. Esta iniciativa partió el año 2016, tiempo en el que ha recibido a 90 pacientes que reciben atención de diferentes profesionales del área de la salud y también social.
"Naneas" es todo un ejemplo dentro de la salud pública de nuestro país, ya que brinda lo que cualquier usuario quisiera: atención con todos los profesionales idóneos a su patología y en solo una jornada por vez. Así se evitan controles distanciados y varios viajes al centro hospitalario.
Calidad de vida
El pediatra Rodrigo Salas es el jefe del programa "Naneas" del Van Buren, quien explica que "es un concepto que lleva algunos años en el mundo y se refiere a una atención multidisciplinaria a niños que tienen patologías crónicas y las van a tener el resto de su vida. De forma mutidisciplinaria se pueden atender todas sus problemáticas".
La experiencia del hospital Carlos van Buren partió hace dos años y funciona como un policlínico. "En una hora al paciente se le atiende completo, de pies a cabeza. Hay asistentes sociales, sicólogas, fonoaudiólogos, nutriólogos, médicos broncopulmonares, cirujanos digestivos nos acompañan a veces", detalla Salas.
Se trata de pacientes con más de una patología y que en vez de pasar en el hospital en controles con los distintos profesionales, en este policlínico son atendidos de una vez. "En una consulta lo ven diez personas", destacó el pediatra jefe, quien además expresó que "el traslado de estos pacientes no es fácil, andan en sillas de ruedas que no pueden subir a las micros entonces si vienen a tres controles en una semana el gasto monetario es importante".
En "Naneas" se atienden niños y adolescentes con múltiples patologías. "Pero en general -comenta Salas- son un denominador común la parálisis cerebral, algunas enfermedades genéticas, entre las que está en síndrome de down; epilepsias refractarias y trastorno de deglución. También hay pacientes con daño pulmonar crónico y que tienen algún apoyo ventilatorio. Son pacientes que están invadidos, tienen traqueotomías, gastrostomías".
Además, los beneficiarios de programa tienen varias patologías y varios tratamientos. Habitualmente toman muchos fármacos o necesitan de alguna tecnología para subsistir, por ejemplo, una traqueostomía para alimentarse. Y en muchos casos son niños que no pueden respirar por sí solos y necesitan una máquina que los apoye, como un ventilador.
Programa modelo
El director del Servicio de Salud Valparaíso-San Antonio, Eugenio de la Cerda, destacó la importancia de iniciativas como "Naneas", que representan cómo debe ser la atención en salud.
"El programa 'Naneas' está conformado por un equipo multidisciplinario de profesionales que considera médicos, dentistas, asistentes sociales, nutricionistas, kinesiólogos, psicólogos que entregan una atención integral a sus pacientes y un avance que es increíble para ellos", destacó Cerda.
El directivo además reconoció que "da una felicidad muy grande apoyar este programa porque ellos son los primeros beneficiarios de lo que nosotros pensamos de cómo debe ser la atención de salud. Nos debemos siempre a nuestros usuarios, en este caso en especial, a estos niños y sus familias que se acogen a la gran familia hospitalaria y al equipo de Naneas en especial. Es por eso que vamos a seguir avanzando en la continua implementación de este tipo de actividades y programas".
Tremendo avance
A un año de su arribo al Puerto, el bogotano Luis Garzón asegura que la vida de su familia y de Simón ha cambiado de forma considerable. "Simón Matías llegó con seis años y 11 kilos. En Colombia lo llevamos a todos los médicos y a pesar de su parálisis cerebral no podíamos acceder a los especialistas. Había una lucha interna ya en el tema de salud", cuenta.
Garzón además recuerda que "cuando llegamos a Chile mi hijo comía sólidos por la boca. Le dimos un día comida y tuvimos que llevarlo de urgencia al hospital Carlos van Buren y lo internaron en la UCI. Todos los especialistas, en menos de un mes lo vieron y determinaron que él nunca debió comer por la boca. El debía estar con una sonda gástrica, se la pusieron. Ingresamos al programa 'Naneas' y nos empezaron a dar todo el acompañamiento integral no sólo de la salud de mi hijo sino que de toda la familia".
Con la ayuda de asistente social y el programa, Simón comenzó su rehabilitación. "En Colombia dormíamos prácticamente todo el año en los hospitales porque vivía con neumonía. Acá llevamos un año y no sabemos de eso. Ahora come por sonda gástrica. Llegó pesando 11 kilos en diciembre del 2017 y a mitad de año mi hijo ya estaba en 19 kilos. En este momento está pesando 23 kilos. La calidad de vida de mi hijo y de mi familia cambió. Somos uno agradecidos".