Cartas
Una buena y una mala
Estimado director:
Una buena:
Fue aclamada por todos, con aplausos y algazaras en la Cuenta Pública, la idea de rebajar el número de senadores y diputados en nuestro Congreso, una medida muy necesaria para mejorar la deteriorada imagen que tiene la familia política & asociados en la ciudadanía.
Una mala:
Sin embargo, a la muy aplaudida propuesta anterior le faltó la guinda para hacerla perfecta, toda vez que nuestro Presidente Piñera no incluyó el necesario aumento de los requisitos exigibles a los futuros candidatos al Congreso, acordes a los tiempos y a las exigencias actuales. Recordar que hoy, en palabras simples, solo se exige ser chileno, tener 4º medio y respirar. Sin lugar a ninguna duda, absolutamente inconsecuentes con todas las responsabilidades, decisiones y alcances que tienen las acciones de los parlamentarios en los chilenos. Además, con el agravante de tener que ser apuntalados por batallones de asesores, financiados por todos los chilenos, cuando cuentan con una exigua preparación para poder ejercer las funciones principales de sus cargos, el legislar, fiscalizar y representar a sus electores en plenitud.
Muy bien la rebaja del número de parlamentarios, pero muy mal la omisión de elevar los requisitos para postular al Congreso.
Para terminar, una pregunta:
¿De aumentarse los requisitos para postular al Congreso, haciéndolos más concordantes con las exigencias del cargo de parlamentario, muy similares a los exigentes requisitos que debemos cumplir todos los chilenos cuando postulamos al ansiado trabajo, mantendría el tan masivo número de candidatos a diputados y senadores que existe hoy en cada elección, casi convirtiéndolos en los trabajos más deseados por muchos, o permitiría que los futuros integrantes de nuestro Congreso sean verdaderamente los que Chile se merece y necesita, en la cantidad y con la calidad que los tiempos requieren?
Luis Enrique Soler Milla
Selección
Señor director:
A pocos días que comience la participación de la Selección Chilena en la Copa América, no queda más que apoyar al equipo y dejar atrás todos los sinsabores, reclamos, opiniones y críticas a la "Roja". Y menos seguir con discusiones de por qué no llamó a Bravo o Díaz. A apoyar nomás.
Jorge Araya