Desde anoche, el "Ancla" de Antofagasta brilla desde el cerro
Una luminaria instalada por la municipalidad le da vida por las noches al símbolo de la ciudad, que no se encendía desde 1999.
Ignacio Araya, Ignacio Mandiola y Sebastián Rojas
Antofagasta recibió otro 14 de febrero. No hubo festival ni fuegos artificiales, pero una señal nos recordó anoche que han pasado 141 años desde que las tropas chilenas llegaran al muelle histórico y comenzaran a administrar la ahora capital regional.
A eso de las nueve de la noche, una enorme luminaria se encendió en el ancla del cerro e iluminó esa figura representativa de esta ciudad, que ha acompañado a generaciones de antofagastinos.
El trabajo de subir pieza por pieza la iluminación estuvo a cargo de la municipalidad de Antofagasta. El director de Emergencias y Operaciones, Rodrigo Silva, hizo el diseño y junto a cuadrillas de trabajadores municipales fueron armando el sistema de anclaje, izamiento y bajada de la bandera en lo alto del cerro.
Un mes tardó todo el trabajo y el sacrificio de subir para armar cada parte de la estructura que le da luz a la figura. "Hace años hubo un plan piloto, pero no funcionó", cuenta Silva sobre esta iluminación que no tenía características similares desde 1999, cuenta.
No funcionó porque no cumplía con las normas. La contaminación lumínica tiene que evitarse como sea y por lo mismo la iluminación debe ser hacia el piso, no hacia el cielo.
Así se construyó un mástil con un sistema mecano de bisagras y pernos, el que se puede bajar para hacer mantención o cambiar la bandera que está en la cima.
Trabajo en la altura
Son las 21.20 en la cima. Después de varios minutos, la cuadrilla logra levantar el mástil y la bandera flamea tímidamente con el poco -y fresco- viento que corre. El cerro es absoluta oscuridad, y los funcionarios iluminan los pasos que dan con sus linternas. Desde abajo se prende un foco, y el ancla por fin brilla. La tarea está completa.
"La particularidad que tiene es que el mástil posee luz y eso va a servir para iluminar el ancla con luz solar, por lo tanto no necesita cables, batería, nada", dice el funcionario municipal.
"Nosotros lo diseñamos, nosotros lo calculamos y nosotros mismos lo fabricamos porque esto no lo venden, es un sistema que se tuvo que fabricar a la medida, por la geografía que tiene el cerro, la altura que posee".
Esta luz, por cierto, está diseñada para cubrir todo el ángulo del ancla, desde una altura de 12 metros que apunta a la figura que también fue restaurada en su color blanco original, después de varias intervenciones, porque la han pintado negro, rojo y otros colores.
"El proceso fue reparar el ancla, con hormigón y además de pintarlo blanco, que era su color original", cuenta Rodrigo Silva sobre la obra que se tuvo que hacer a pie, porque si bien hay dos accesos para llegar a la cima, no hay ninguna forma de hacerlo en vehículo.
De esta forma, a partir de ayer, el símbolo de la ciudad brillará todas las noches, para acompañar la ciudad mientras los antofagastinos duermen.
12 metros tiene la estructura que ilumina el característico símbolo de Antofagasta.