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Alicia: la primera mujer de Antofagasta en ser bombera

El 10 de mayo de 1999 ingresó oficialmente a las filas de la institución. Más de dos décadas en las que se ha enfrentado a incendios, accidentes, rescates y los quehaceres del hogar. Ella marcó el camino para el resto de voluntarias.
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Ricardo Muñoz E. - La Estrella

Quiso el destino que Alicia Rain fuera parte oficial del Cuerpo de Bomberos de Antofagasta un 10 de mayo de 1999, el Día de la Madre. Desde entonces no ha parado. Hoy hace ya 21 años desde aquel ingreso, la voluntaria sigue encontrando su medio natural entre los carros de rescate y bombas, con la atención puesta en la alarma. Ella sabe que en algún momento esa misma sonará y tendrá que rápidamente vestirse con su uniforme de emergencias, tomar el casco y salir por la puerta de la Quinta Compañía Nicolás Tirado que da hacia calle Sucre, para una vez más estar ahí, cara a cara con la emergencia.

Ser parte de Bomberos en esa fecha tan especial no sería otra cosa que una especie de metáfora de su propia vida, en la que convive con la vocación propia de ser voluntaria de esta institución y al mismo tiempo con la labor de mujer, madre y esposa.

Alicia escribió su nombre en la historia de la capital regional al ser la primera mujer del Cuerpo de Bomberos de Antofagasta, en un mundo que hace más de dos décadas era prácticamente dominado por hombres. Pero eso no fue nunca un impedimento para ella, quien siempre soñó con vestir dicho uniforme y solamente ayudar a los demás.

Sentada en el living de la Quinta Compañía de la cual ella es tesorera, la misma que la ha albergado todo este tiempo, Alicia se siente como si estuviese en su casa.

"Acá todos me dicen la 'Mami'", dice y cuenta que eso es porque varias veces les ha cocinado al resto de voluntarios, sobre todos a los más jóvenes y especialmente cuando están atendiendo otras emergencias en el resto del país. El terremoto en la Araucanía en 2010 o el temporal que afectó a Chañaral en 2015, forman parte de su currículum.

Alicia cuenta que solamente estaba esperando el llamado oficial de mujeres para Bomberos en 1999, ya que siempre quiso ser parte de la institución.

"De chica siempre me gustó el fuego jajajaja. Siempre en los incendios era la primera que estaba mirando. Entonces, yo siempre me preguntaba cuándo será el día en que habrá mujeres...hasta que al final salió.Siempre me gustó ayudar a la gente y me decía, algún día iré para allá a ayudar...", afirma.

Fueron los vecinos los que le avisaron sobre esta convocatoria. En ese entonces Alicia tenía a sus dos hijos más grandes ya adultos y un tercero de 12 años, además de su esposo. Sin embargo, al principio recibió la negativa familiar más que todo por la seguridad.

"Fui igual, sin permiso de mi esposo ajjajaja y me fui a presentar. Después le conté y me dijo '¿pero cómo? ¿y los niños?', que lo iba a dejar botado, que corría peligro. Pero me dijo después, 'bueno, si lo hiciste para ayudar...bien. Te apoyo'".

Al mes siguiente, después del periodo de instrucción, Alicia recibió su radio con la cual estaba atenta ante cualquier aviso de emergencia. "Mis hijos me la escondían porque yo salía en las noches", dice la bombera entre risas.

Vocación

Los primeros días fueron más difíciles por los quehaceres del hogar, el colegio, las tareas, y en los momentos libres compatibilizarlo con su presencia en la compañía. Las emergencias estaban a la orden del día, en cualquier momento. Alicia dice para la anécdota quedaron los llamados justo en el momento de intimidad, aunque lo resume con lo que le dijo su esposo: "Usted cumple allá y me cumple acá.." (ríe).

"Esto es sacrificado porque en las emergencias una a veces está hasta las tres o cuatro de la mañana. Después llegar a las cinco o seis y me quedo despierta porque tengo que hacer mis cosas, y en la tarde una siestecita. A veces mis nietas me reclaman porque salgo mucho jajaja".

Aunque la primera vez que salió fue de día. Un incendio afectó a un taller mecánico en calle 14 de Febrero. Los periodistas de ese entonces llegaron hasta el lugar porque además se trataba de la primera salida de mujeres en una emergencia real por parte de la compañía.

"El momento fue muy emocionante porque no era un entrenamiento, sino que algo real. Estar ahí, tirar agua, pero igual daba miedo...

Siempre en todos los incendios da un poco miedo, ya que nos puede caer cualquier cosa y hay que controlarse y olvidarse de todo nomás..."

Con más de dos décadas en el cuerpo dedicándose a incendios, rescates y otras emergencias, Aicia ya está completamente ambientada a este mundo. Sin embargo, comenta que nunca había sentido el peso de una labor tan intensa como la vivida tras el estallido social del 18 de octubre pasado.

Alicia recuerda esos días: "estuve una semana... nunca había estado una semana en acuartelamiento. Iba dos horas a ver a mi esposo y de ahí a la compañía. Salíamos a cada rato".

El martes 12 de noviembre se vivió la jornada más compleja. Esa tarde-noche diversos incendios simultáneos se registraron en distintos lugares del centro de Antofagasta.

El primero en las dependencias de Junji en calle Latorre con Sucre, luego otro en Intendencia, siguiendo con los dos más destructivos de la misma jornada: el que afectó al edificio de la Cooperativa de Carabineros (Cooperacab) y las antiguas instalaciones de la edificación ubicada en Matta con Baquedano y que en su primer piso albergaba a una farmacia. Estas últimas dos fueron reducidas a escombros.

"Fue terrible. Nosotros ya estamos muy agotados. La alarma sonaba a cada rato y todos los incendios desparramados por todos lados. Al final nos quedamos todos lona. Nos turnábamos en salir y cuando eran incendio grande...todos. Fue muy fuerte y nunca nos imaginamos eso..."

"...Para mí ser bombera es un orgullo inmenso que tengo... para ayudar a la gente, me gusta mucho ayudar y voy a seguir hasta cuando sea viejita, hasta cuando no pueda caminar, cuando quede en cama. Yo le digo a mi esposo: 'el día que quede en silla de ruedas voy a ir igual'", señala antes de ponerse el chaleco naranja, tomar su casco y subirse a uno de los carros.

desde que ingresó siempre ha sido parte de la quinta compañía, en donde también cuenta con 17 años en el cargo de tesorera.
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