Ignacio Araya

Cada cierto tiempo aparece una nueva teoría conspirativa sobre algo en particular. Por ejemplo, todavía hay quienes aseguran que las Torres Gemelas fueron demolidas, o que el gobierno estadounidense inventó la llegada del hombre a la Luna, o que en el Área 51 guardan extraterrestres. Todas teorías incomprobables.

Lo mismo está pasando ahora con el coronavirus. Empezó a correr el rumor de que supuestamente la tecnología 5G de telefonía celular podría ser responsable de "transmitir" el virus, o que puede debilitar el sistema inmune para que la gente se enferme… y a tanto llegó el delirio por esta teoría -de comprobada falsedad-, que en Inglaterra hubo vecinos que quemaron mástiles de 5G, echándole la culpa del coronavirus.

El problema, es que las teorías conspirativas ya están llegando a nuestra zona. La semana pasada, en Facebook, fue corriendo la publicación de una mujer que aseguraba que están instalando antenas 5G "a empeorar nuestra salud".

Estas teorías, dice el doctor Francisco Salvador, infectólogo y académico de la Universidad de Antofagasta, "son desquiciadas". "No tiene ningún acierto ni fundamento científico. Lamentablemente la gente quiere creer o quiere atribuir las teorías conspirativas, quieren buscar culpables, quieren buscar beneficios políticos, quieren tratar de desestabilizar sistemas. Yo creo que a la larga, lo único que están consiguiendo no solamente es desinformar a la población, sino que también quitar el centro de lo que es realmente importante, que es el autocuidado", señala.

Tampoco es cierta la teoría que circula de que supuestamente la cura para el covid-19 son antiinflamatorios o anticoagulantes. El doctor Salvador apunta a que estas "informaciones" tienen una doble intención para dar la sensación de que todo esto venía planificado. "Yo creo que empezar a pensar que nos van a dominar con un chip que van a implantar con una vacuna es totalmente desquiciado. Es totalmente irreal", dice.

La teoría del supuesto chip, indica el doctor, "se refiere a una cosa que tiene que pasar primero, que es que aparezca una vacuna", comenta. "De hecho, yo que estoy metido en el tema del desarrollo del tratamiento, yo creo que va a salir el tratamiento antes que la vacuna, entonces con eso la teoría cae por si sola".

¿por qué?

Daniel Durán, ingeniero electrónico y director de la Asociación Escéptica de Chile, cuenta que toda nueva tecnología causa miedo en la gente mal informada o "de mentalidad conspiranoica". Con el 5G, dice, hay "miedo por desinformación o desconfianza, en especial entre personas que ven en cada cosa nueva una amenaza o algo que se hace con malicia para controlar, dañar o afectar a la gente común (…) Pero en la realidad, el 5G es solo diferente a otras tecnologías por las frecuencias que usa, pero más allá de eso no hay evidencia que sea un peligro para la salud muy distinto de cualquier otra tecnología de radio frecuencia conocida, y por lo mismo los miedos son, por decir lo menos, infundados."

¿Por qué agarran tanta popularidad estas teorías en las redes? Durán dice que no hay una respuesta clara que lo explique. "Todos queremos saber y tener respuestas. A nadie le gusta estar en la duda o la ignorancia. Al mismo tiempo hay una gran ignorancia respecto de cómo funciona realmente la ciencia. La ciencia de los colegios muchas veces se basa en aprender fórmulas o hechos como si fuera un "acto de fe", con poco o nada de comprensión del método científico, de cómo se llegó a esas formulas o datos, y cómo se sabe que efectivamente son correctos", dice.

El ingeniero agrega que con esa combinación, "hambre de saber, y poco conocimiento científico, es fácil que la gente se tope con videos de YouTube, blogs o noticias que suenan sensatos y parecen explicar muy bien todo lo que pasa a nuestro alrededor, pero la gente carece de las herramientas o de las actitudes para realmente evaluar si tales cosas son ciertas, y las termina aceptando ciegamente, aún si son garrafalmente erradas para quienes sí entienden del tema".