Después de 83 años, Josefita volvió a caminar por las calles de Pampa Unión, su pueblo
Mujer de 95 años vivió en el desierto hasta los 12, cuando su familia se fue a vivir a Monte Patria. Este miércoles volvió al pueblo donde nació, tras conversar con un carabinero de Sierra Gorda. Habían pasado ocho décadas.
Redacción/Ignacio Araya - La Estrella
Hace unas semanas atrás, el cabo 2º Rodolfo Rojas Pastén, quien trabaja en el retén de Carabineros de Sierra Gorda, viajó a Ovalle para asistir a un funeral. Entre los presentes estaba María Josefa Tapia Díaz (95), quien vive actualmente en la comuna de Monte Patria (región de Coquimbo). Se pusieron a conversar sobre la pampa y el desierto, un lugar que tiene significado para ambos: para el cabo Rojas, el lugar donde trabaja y suele patrullar; y para María Josefa, el sitio donde nació y que tuvo que dejar de niña, a los 12 años.
María Josefa Tapia, la "Josefita", le cuenta que tiene un deseo: volver a estar otra vez en Pampa Unión, su pueblo, la tierra donde llegaron sus padres, José Tapia y Rudecinda Díaz, a principios del siglo pasado. Así fue que el cabo 2º Rojas comenzó a moverse con sus compañeros de Sierra Gorda y la 2ª comisaría de Antofagasta, para cumplir el sueño de la abuelita.
Finalmente, María Josefa llegó con esfuerzo hasta la comuna de Sierra Gorda. La invitaron a tomar desayuno y después, por fin, María Josefa volvió a pisar la tierra del lugar que la vio nacer tras 83 años de ausencia. Pampa Unión desde hace décadas que es solo un grupo de murallas y ruinas abandonadas a un costado del camino en la ruta entre Calama y Carmen Alto, pero ella se acordaba de todo: su infancia, la época de las salitreras, el tiempo en que debían trabajar lavando ropa de los obreros.
Emocionada, la mujer volvió a su niñez este miércoles. "Nos contaba cómo era la vida en esas fechas, que compraban gallinas, y picoteaban los trozos de oro", cuenta el suboficial Pedro Toro, quien la acompañó junto a familiares y personas de la comuna. "Pensaba que era una molestia y no, todo lo contrario, para nosotros era un gusto tenerla acá", dice.
El esplendor del salitre
Fundado en 1911, Pampa Unión era un pueblo que partió junto a la estación del ferrocarril, y que llegó a tener hasta su propia oficina del Registro Civil, teléfonos y una comisaría. María Josefa, que fue inscrita en 1926, vivió con sus hermanos (9 en total) en esta zona del desierto. La vida en la localidad rodeada de oficinas salitreras, fue extinguiéndose a medida que el salitre dejaba de ser rentable y la crisis económica hacía trasladar a sus habitantes a otros lugares del país.
Fue así que, con el declive del "oro blanco", la familia de María Josefa Tapia volvió a Monte Patria, estableciéndose en el pueblo de Semita. No volvió más a su desierto, hasta que la casualidad de una conversación y la motivación del cabo Rojas lograron volver a hacerla pasear por las calles bajo el sol de Pampa Unión, el querido pueblo que la vio nacer.
1925 En ese año nació María Josefa Tapia en el pueblo de Pampa Unión, pero fue inscrita en 1926.