"Tenía la intención de reencontrarme con mis raíces latinoamericanas"
El ex The Voice lanzó "Merkén", un segundo álbum de 10 canciones producidas junto a un ganador del Grammy y en las que mezcla bolero, bachata y samba con ritmos urbanos. "Es música que si bien es de raíz, también es muy actual", dice.
Ignacio Silva
Al hacer un repaso de su infancia, Charly Benavente repara en un hecho que -dice- terminó por definir sus inquietudes y su futuro.
"Sabís que mi casa nunca fue muy musical. De hecho, yo no sé de dónde saqué esa veta porque no se escuchaba música en mi casa", recuerda ahora el penquista que irrumpió en 2015 como uno de los participantes que llegó a la final de la versión local de The Voice.
Ese hecho, sumado a una infancia relacionada con artistas anglo como Pearl Jam y Lenny Kravitz, motivaron en él una búsqueda que se materializó en "Merkén", un segundo disco que el músico lanzó el viernes 27 de noviembre y en el que mezcla géneros como el bolero ('Desayuno'), la bachata ('Ay amor, hay dolor') y la samba ('Nada es para siempre') con ritmos urbanos.
"Al final todo eso llevó a que naciera en mí la intención de reencontrarme y reconciliarme con mis raíces latinoamericanas, que era un poco la búsqueda constante que tuve muy influenciado por mi amigo Vicente Cifuentes, que fue quien me metió en el tema de la bachata. Por eso el concepto del disco es Latinoamérica, y la idea era mezclarlo con sonidos más frescos del pop de hoy en día", explica Benavente.
"Merkén" está compuesto por 10 canciones en las que el músico trabajó durante un extenso periodo de 18 meses junto a Andrés Landón, productor ganador del Grammy Latino y reconocido por su trabajo con artistas como Carla Morrison y Natalia Lafourcade.
"En eso este disco fue muy distinto al anterior. Para "San Osvaldo" (2017) yo me fui a vivir a Cobquecura como tres meses y ahí hice las canciones en un período muy acotado, después volví a Santiago a hacer la preproducción por un mes y después grabé el disco en menos de un mes. Fue todo rápido, pero este disco no", resume. "Nosotros hicimos este disco de una forma muy distinta, que fue ir canción por canción trabajándola, entonces le dimos el tiempo necesario a cada canción. Por algo nos demoramos un año y medio".
En 18 meses abarcaste procesos súper intensos como el estallido y la pandemia. ¿Cómo repercutieron esos hitos en el trabajo?
Fue heavy. Bueno, a raíz del estallido social salió 'Déjame en tu río correr'. En la pandemia hice 'Nada es para siempre'. O sea, está muy inmerso en este disco y en las letras lo que fue mi llegada a Santiago, la adaptación, lo que fue el estallido social, y después la pandemia. Están esos tres hitos que pasaron en estos 18 meses que me demoré en hacer este disco, desde que contacté al Andrés, que fue en marzo del año pasado, hasta ahora que lo terminamos.
¿Hubo también otra manera de aproximarse a la composición?
Totalmente. Yo siento que hay mejores letras y música. Igual uno siempre va a mirar el disco que sigue como el hermano mayor del anterior porque tiene más evolución, porque está más fresco, porque es más nuevo. Pero sin desmerecer al "San Osvaldo", creo que este disco tiene mejores letras y mejor composición, por el hecho de ir trabajando uno a uno y tomarme el tiempo para mejorarlas.
¿Hubo mucha investigación?
Sí, todo el rato. Para hacer un bolero tuve que estudiar como tres o cuatro meses, no fue tan fácil. Es que los boleros tienen algo muy particular: las progresiones que usan, son muy diferentes a la música popular. Es otro lenguaje que hay que estudiarlo para poder crear.
¿Por qué le pusiste "Merkén"? El nombre es súper llamativo.
Sí poh. De hecho muchos me preguntaban si estaba seguro de ponerle "Merkén" porque se podía relacionar mucho con la música de raíz. "Bueno, ¿qué estoy haciendo?", les decía yo. Estoy haciendo eso mezclado con sonidos nuevos, entonces todo encajaba perfecto para que se llamara tal cual. Es música que si bien es de raíz, también es muy actual"
La voz
Aunque han pasado cinco años y dos discos desde The Voice, Charly Benavente recuerda su paso por el programa de talentos como un momento relevante de su carrera.
"Si bien para ese entonces yo ya llevaba por lo menos tres años bien metido en el circuito penquista, The Voice me tiró pa' arriba", dice. Luego precisa: "Pero tampoco puedo decir que gracias a eso he sacado dos discos, sería súper inconsecuente con la gente que me ha ayudado. Si bien tengo muy lindos recuerdos de The Voice, donde más he aprendido ha sido fuera del programa".
Ahí llegaste a la final junto a Cami, que ahora es protagonista de un hito en la música chilena por su nominación al Grammy. ¿Cómo ves eso?
La raja. Primero encuentro que es la raja que esté un chileno ahí, no sé si se había dado antes. Entonces es bacán que esté ahí. Segundo, admiración total porque ella ha llevado una carrera impecable. Y nada, ojalá que se lo gane nomás.
Pensando en el futuro ¿qué otras cosas tienes pensadas? ¿Hay planes, por ejemplo, de presentar el trabajo en vivo ahora que ya están volviendo los conciertos?
Cuando partió la pandemia calculé que no iba a salir una vacuna de aquí a dos años, así que mi plan era sacar dos discos. Me queda uno todavía. Así que tengo ganas de hacer otro disco, y al terminar ese eventual tercer disco, hacer un lanzamiento doble. Un gran show doble. Eso es lo que tengo en mente, pero creo que por mientras son tiempos de creación, a no matar la ansiedad con cualquier cosa, sino que ir tranquilo. Son tiempos duros, pero son momentos para crear. La única forma de vomitar lo que sentimos es haciendo canciones, así que creo que por ahí va el cuento.
"The Voice me tiró pa' arriba, pero tampoco puedo decir que gracias a eso he sacado dos discos. Sería inconsecuente.