¿Tiene mala letra? Aprenda a mejorarla con sólo tres prácticas
A cualquier edad, probar diferentes trazos y escribir a diario pueden ser de ayuda para mejorar la caligrafía. Las líneas a mano alzada controlan el estrés.
Natividad Espinoza R.
Corregir pasando el lápiz por segunda vez sobre una letra y reescribir ciertas palabras debido a la certeza de que el primer intento no será entendido por nadie -ni siquiera por su responsable- son parte del modus operandi de quienes tienen mala letra.
No obstante, estas prácticas útiles para descifrarse con posterioridad no son más que soluciones parche, ya que lo ideal en estos casos es mejorar la forma de escribir.
En un nuevo Día Mundial de la Caligrafía, la psicóloga de la Universidad Central de Chile (UCEN), Javiera Vallejos, destacó que practicar el arte de escribir con letra bella no sólo vuelve a las personas de todas las edades más "legibles", sino que además "ayuda a mejorar la concentración y controlar el estrés".
Asimismo, la gestora de innovación y tecnologías educativas de Caligrafix, Valentina Alvear, dijo que "en la era digital, mantener la escritura con lápiz dentro de las rutinas diarias y de aprendizaje favorece el desarrollo cerebral como un estímulo activo que beneficia funciones como la atención, la creatividad y la memoria. Además, desde el punto de vista psicomotriz, la coordinación de movimientos finos que requiere la caligrafía funciona como un ejercicio cerebral, que mantiene activo al cerebro gracias a la retroalimentación que entregan los sentidos".
Cómo mejorar la letra
Alvear dio tres tips para conseguir una letra más amigable, mientras se ejercitan otras áreas.
Explorar trazos y formatos: usar cuadernos de actividades de caligrafía para ir probando trazos diferentes (rectos, curvos y mixtos) y formatos de escritura (letra ligada o script), utilizando diferentes tipos y colores de lápices. Así, cada uno descubre qué formato y tipo de lápiz le facilita la escritura, practicando además trazos que le permitan mejorar la caligrafía.
Usar aplicaciones interactivas: hay varias plataformas que pueden ayudar a desarrollar la caligrafía, como PleIQ, que permite practicar de forma lúdica la direccionalidad de los trazos de cada letra.
Escritura comunicativa: buscar la inspiración para motivarse a escribir. Puede ser dirigido a otros con cartas, canciones, poemas, etc; o dirigido a uno mismo como terapia de emociones al escribir vivencias, pensamientos y sueños por cumplir. Cualquiera sea el caso, es importante que inspire a escribir a diario.