ESO nos regala esta foto de la "Nebulosa del Gato Sonriente"
La aparente imagen de un gatito sonriendo fue captada por el observatorio Survey de Cerro Paranal y corresponde a la nebulosa Sh2-284, una zona rica en polvo y gas, llena de estrellas jóvenes. Se encuentra a 15 mil años luz de la Tierra.
Ponga atención a esta imagen superior ¿Logra ver alguna figura de un gato? ¿Lo ve sonriendo? Pues, eso es precisamente lo que vieron los científicos que capturaron esta imagen, la cual lleva por nombre la "Nebulosa del Gato Sonriente", una nube de gas y polvo que se ubica a 15 mil años luz de distancia y en la Constelación de Monoceros.
Para tener una idea, 15 mil años luz de distancia significa que si hipotéticamente pudiésemos viajar a la velocidad de la luz (300 mil kilómetros por segundo), nos tardaría 15 mil años en llegar hasta allá y sólo de ida.
Es decir, estamos viendo cómo era la nebulosa hace 15 mil años (observar el espacio es mirar hacia el pasado por sus distancias tan enormes), porque es el tiempo que su luz demoró en llegar desde allá hasta nuestros ojos terrestres.
Esta espectacular imagen de la nebulosa Sh2-284 fue captada por el observatorio Survey, el cual se encuentra adyacente al Very Large Telescope (VLT), todos ubicados en Cerro Paranal y en la Región de Antofagasta.
Lo que se ve en la imagen es una nube de polvo y gas en la cual están creciendo estrellas jóvenes y con ellas sistemas solares como el nuestro. Si se pone un poco de atención en el conjunto de la nebulosa, sería posible divisar la cara de un gato que está sonriendo desde el cielo.
Los científicos califican a esta zona como una "guardaría estelar", ya que abundan estrellas de sólo unos cuantos millones de años (como referencia, Sol con cinco mil millones de años de edad es considerada como una estrella 'adulta-joven').
La nebulosa tiene un tamaño de 150 años luz de ancho, es decir más de 1.400 billones de kilómetros. En la parte más brillante, en su centro y justo debajo donde estaría la "nariz del gato", "hay un cúmulo de estrellas jóvenes conocido como Dolidze 25, que produce grandes cantidades de radiación y vientos fuertes. La radiación es lo suficientemente potente como para ionizar el gas de hidrógeno presente en la nube, produciendo así sus brillantes tonalidades. En nubes como ésta es donde se encuentran los 'ladrillos' para la construcción de nuevas estrellas", detallan en el sitio del Observatorio Europeo Austral (ESO), al cual pertenece este telescopio.
"Los vientos del cúmulo central de estrellas alejan el gas y el polvo en la nebulosa, ahuecando su centro. Cuando los vientos se topan con bolsas de material más densas, éstas ofrecen mayor resistencia, lo que significa que las áreas que hay a su alrededor se erosionan primero. Esto crea varios pilares que se pueden ver, a lo largo de los bordes de Sh2-284, apuntando al centro de la nebulosa, como el del lado derecho de la imagen. Si bien en la imagen estos pilares pueden parecer pequeños, en realidad tienen varios años luz de ancho y contienen grandes cantidades de gas y polvo a partir de los cuales se forman nuevas estrellas", agrega el sitio del observatorio.