Pasó algo parecido en el Salar de Tara (en la Reserva Nacional Los Flamencos, comuna de San Pedro de Atacama) con el tema de la fauna. La Conaf cerró el acceso en junio por -en ese momento-, el mal estado del tiempo, pero el cierre se fue extendiendo a medida que se dieron cuenta que los flamencos comentaban a retornar al salar, mejorando también las condiciones reproductivas. Todo, gracias a la no presencia del ser humano.
Cristian Salas, director regional de Conaf, explica que el ingreso al salar seguirá cerrado al menos hasta fines de marzo. "Porque ahora va a comenzar todo el proceso de reproducción del flamenco y con el cierre del Salar de Tara hemos obtenido resultados muy positivos. La ausencia de visitantes ha permitido que la fauna propia del sector haya podido recuperar sus espacios", dice Salas, quien reconoce que si bien el turismo es parte importante del desarrollo económico, el mandato de la institución es la conservación del ecosistema.