El milagroso rescate de la cueva tailandesa tiene nuevo documental
Mientras espera película y una serie, esta cinta irrumpe con imágenes inéditas del salvataje de un entrenador y 12 niños.
Agencias/Redacción
Parece que ya está todo dicho sobre el milagroso rescate de doce niños y su entrenador de una cueva tailandesa en 2018, pero el nuevo documental "El rescate", estrenado el viernes, irrumpe con imágenes inéditas de la espectacular hazaña sobre la que también se prepara una película de Hollywood y una serie en Netflix.
Producida por National Geographic, el largometraje está dirigido por Elizabeth Vasarhelyi y Jimmy Chin, ganadores de un Oscar por el documental Free Solo (2018), y narra el audaz rescate de los menores, entonces de entre 11 y 13 años, y su entrenador de fútbol en una operación contrarreloj que duró casi tres semanas.
Un entrenamiento
Los doce niños y su entrenador, del equipo los "Jabatos", se adentraron en la cueva Tham Lung en la norteña provincia de Chian Rai el 23 de junio de 2018.
Se trataba de una visita corta tras un entrenamiento de fútbol, pero la cueva se quedó medio inundada rápidamente tras las lluvias que habían caído en los últimos días y quedaron atrapados en el interior.
Fue entonces cuando se montó en las afueras una operación de rescate que contó con la participación de miles de personas, incluidos marines tailandeses y un grupo especial de rescate del Ejército estadounidense, así como buceadores expertos y voluntarios de más de una veintena de países.
"El monzón llegó pronto, las condiciones en la cueva eran imposibles. Había una fuerte impresión de que los niños no podían estar vivos", relata en el documental el británico Rick Stanton, uno de los buceadores líderes del rescate.
La misión de salvataje fue seguida por los medios de todo el mundo y tuvo un profundo impacto en la población tailandesa, que siguió la historia minuto a minuto.
Debido a la exclusividad de los derechos sobre la historia de los niños, los directores de "El Rescate" no pudieron incluir sus testimonios en el documental, que ha sido precedido por una película y más de una decena de libros sobre el hecho.
Sin embargo, Vasarhelyi y Chin cuentan con entrevistas a varios de los buceadores que participaron en el rescate, incluidos los británicos Stanton y Chris Jewell, que recrean de manera hiperrealista partes de las operaciones.
El documental, que se estrenó primero en cines de Estados Unidos, cuenta con una gran base de material audiovisual, ya que los buzos y otros participantes en la búsqueda llevaban cámaras en sus cascos.
Claustrofobia
Durante el rescate, los buceadores encontraron condiciones muy difíciles en la cueva, con una red de galerías medio inundadas en las que la visibilidad era nula en un entorno claustrofóbico.
"Traté de meterme en agujeros en los que no cabía, volver a un lugar más amplio, deslizarme y repetirlo una y otra vez", explica Jewell en el documental.
Los buceadores encontraron el 2 de julio a los niños y su entrenador, acurrucados en una ensenada rodeada de agua en una gruta a unos 4 kilómetros de la entrada de la cueva.
Encontrarlos fue difícil, pero sacarlos era una misión peligrosa que algunos consideraban entonces casi imposible.
Saman Kunan, un buzo y exsoldado tailandés, falleció por falta de oxígeno cuando volvía a la base en una de sus incursiones en las grutas inundadas y más tarde se dedicó una estatua en su honor situada frente la cueva.
Finalmente, los niños y su entrenador, que fueron sedados con ketamina, xanax y alprazolam para aguantar el trayecto de unas tres horas por galerías parcialmente inundadas, fueron sacados en tres viajes entre el 8 y 10 de julio.
"Traté de meterme en agujeros en los que no cabía, volver a un lugar más amplio, deslizarme y repetirlo una y otra vez".
Chris Jewell, buzo rescatista