Osorno: hallazgo de artefacto confirma presencia humana hace 17 mil años
La investigación que desarrolla la U. Austral y la Fundación para los Estudios Patrimoniales Pleistocenos de Osorno descubrió un artefacto de piedra que, se cree, sería un cepillo de madera por un lado y machacador de huesos por el otro.
Camila Infanta S.
Si a mediados de los años 80 se creía que la vida humana en América se había iniciado con los clovis, en Estados Unidos, en las décadas que siguieron se conoció de las opciones de que éstas fueran mucho anteriores. Así se conoció el hallazgo en Monte Verde, en Puerto Montt, donde refirió la presencia de primeras naciones mucho antes. Hasta ahora, cuando un grupo de científicos de la Universidad Austral identificó lo que podría ser un artefacto de madera de más de 17 mil años. ¿Dónde? En Osorno.
"Lo que hace ahora este descubrimiento es que en realidad los humanos llegaron mucho antes. Mira, la gente llegó caminando desde el norte, eso está claro, pero la teoría de Estados Unidos con los clovis es imposible. Si así fuera habrían caminado desde Alaska a Osorno y eso podría demorar unos 2.000 años, fácil. Ellos vivieron menos. Las personas entraron a América por lo menos hace 20 mil años", explica Mario Pino, geólogo y profesor titular de la Universidad Austral de Chile.
Por ello, destaca el académico, es tan relevante este hallazgo, pues se descubre este artefacto de piedra de gran valor arqueológico en el sitio Pilauco, que probablemente servía para trabajar madera a la manera de un cepillo por uno de sus lados y para triturar o machacar huesos, por el otro.
"Nos llamó la atención la posición. Tenemos un modelo de edad y con eso sabíamos que tenía como 17 mil años y además todos los artefactos tallados en el sitio son de un tipo que los arqueólogos llaman expeditivos. Eso quiere decir que son casuales, lo fabrican porque lo necesitan en ese momento y listo, pero este no. Es grande y está tallado en ambos extremos, no solo en uno. Generalmente está tallado en una sola cara", explica Pino, quien detalla que esto quiere decir que hubo una intención de crearlo, una necesidad.
Una persona en esa época, explica el especialista, tenía la capacidad de crear un artefacto muy específico en la mente, diseñarlo y luego tallarlo. "Son reales carpinteros, artesanos", dice Pino. Y va un poco más allá, pues cree que ese machacador de huesos se usaba principalmente para sacar la médula de los huesos de animales. "Con eso puedes alimentar a una familia completa por mucho tiempo", dice.
Portada de revista
Tras el hallazgo, que se realizó en 2018, la Fundación para los Estudios Patrimoniales Pleistocenos de Osorno (FEPPO), que lidera Pino, envió el artefacto a ser analizado en detalle por el doctor (c) Antonio Pérez-Balarezo, uno de los científicos de FEPPO y su tutor el Dr. Eric Boëda, investigadores de la Université de Paris Nanterre (Francia), quienes reconstituyeron su secuencia de talla y determinaron las potenciales funciones que el artefacto pudo haber cumplido en el pasado.
"Y fueron ellos quienes lograron descifrar el orden, la intensidad de los golpes, que no era una cosa hecha con golpes a la loca, y por ende demostrar que era un artefacto (...) Yo me encargué de la parte geológica y ellos de la pieza. Después que lo revisaron los árbitros, que hicieron observaciones menores, las corregimos y así se publicó", dice Pino.
Y se refiere a que a fines de 2021 en su versión digital y hace poco en la de papel, el hallazgo fue destacado en un artículo publicado por la reconocida revista científica Lithic Technology, en el número 47 de la publicación.
"Nos llenó de felicidad además que hace como tres semanas, la editora de la revista se comunicó con uno de los arqueólogos para pedir permiso y poner la imagen en la portada de a revista", cuenta con evidente orgullo. Y agrega: "Yo debo tener unas 60 publicaciones y nunca había sido portada. Haber integrado a este doctor joven, que es peruano, él es muy capo, muy seco y entonces eso permitió dar este salto y demostrar que es un artefacto humano. Hay un montón de gente hiper escéptica y que no ven rasgos humanos en otros artefactos, pero con esto están sorprendidos".
"Una persona en esa época tenía la capacidad de crear un artefacto muy específico en la mente, diseñarlo y luego tallarlo. Son reales carpinteros, artesanos.
Mario Pino, geólogo Universidad Austral