Rompió su propio récord en Tokio pero no hubo celebración
Sydney McLaughlin se convirtió en la atleta más joven (21 años) en ganar los 400 metros con vallas.
Mauricio Riquelme C. - La Estrella
Todo el mundo esperaba la eufórica celebración de Sydney McLaughlin al ganar la medalla de oro en los 400 metros con vallas y romper su propio récord mundial, sin embargo nada de eso hubo. Apenas cruzó la meta, después de hacer el recorrido en un tiempo de 51.46, miró el tablero con los resultados y se sentó en la pista, como una clasificatoria más en su carrera.
Su rostro esbozó una sonrisa cuando se confirmó por los parlantes del estadio de Tokio que era la nueva récord mundial. "En términos de lo que es posible, no creo que exista una verdadera carrera perfecta", reconoció McLaughlin minutos después de su gesta.
"Creo que siempre hay más en lo que mejorar, y cada vez que pisamos la pista, creo que ese es nuestro objetivo. Creo que todo es posible", sentenció la nacida en Nueva Jersey.
Sydney se convirtió en la atleta más joven en la historia de los juegos olímpicos en ganar el oro y hacer una nueva marca mundial, destronando a la marroquí Nawal El Moutawakel, quien ganó en Los Ángeles 1984 con 22 años.
El podio de los 400 metros con vallas lo completaron Dalilah Muhammad y Femke Bol.
51.46 fue el tiempo hecho por Sydney McLaughlin en la final de los 400 metros con vallas.
21 años tiene la estadounidense ganadora del oro que la convierte en la más joven en ganar esta prueba.